miércoles, 26 de junio de 2013

Molinos de viento, un poco de historia...



 No existe un acuerdo o certeza total en cuanto al lugar donde aparecieron los primeros molinos o quien fue su inventor. Algunos estudiosos dicen que fue una idea del célebre inventor griego Herón de Alejandría allá por el siglo I antes de la era cristiana. Otros opinan que aparecieron en Persia, en el siglo VII de nuestra era. Luego, los árabes adoptaron este ingenioso dispositivo, el que fue llevado a Europa por los cruzados. Fue así como durante la Edad Media los molinos de viento alcanzaron un gran auge en Europa.
El aprovechamiento de la energía eólica data de las épocas más remotas de la humanidad (los egipcios ya navegaban a vela en el año 4.500 a. c.) la primera noticia que se tiene se refiere a un molino que Heron de Alejandría construyó en el siglo II a. c. para proporcionar aire a su órgano. Los molinos más antiguos que se conocen eran de eje vertical.
Hacia el siglo VIII aparecieron en Europa, procedentes del este, grandes molinos de eje horizontal con cuatro aspas. Su fabricación en gran número, en particular por los holandeses, les hizo alcanzar una gran firmeza, pese a que, debido a las dimensiones de sus aspas distaban mucho de recoger en máximo de potencia. Necesitaban una regulación de la orientación de la tela. Siempre sucede esto en los molinos de viento de eje horizontal que han de trabajar siempre frente al viento. Estos molinos eran muy adecuados para vientos del orden de 5 m/s (20 Km/h).
Es a partir de los siglos XII-XIII cuando empieza a generalizarse el uso de los molinos de viento para la elevación de agua y la molienda de grano, los más antiguos aparecieron en Turquía, en Irán y en Afganistán A principios del siglo XII. Europa se llenó a su vez de molinos, sobre todo en Bélgica y en los Países Bajos. Los molinos de Holanda tienen 4 aspas de lona, mientras que los de Baleares y Portugal tienen 6, y los de Grecia, 12. Los molinos con gran número de palas determinan velocidades de rotación relativamente bajas y un funcionamiento útil a partir de velocidades del viento del orden de 2 m/s.
 En Europa los primeros molinos aparecieron en el siglo XII en Francia e Inglaterra y se distribuyeron por todo el continente. Eran unas estructuras de madera, conocidas como torres de molino, que se hacían girar a mano alrededor de un poste central para levantar sus aspas al viento. El molino de torre se desarrollo en Francia a lo largo del siglo XIV. Consistía en una torre de piedra coronada por una estructura rotativa de madera que soportaba el eje del molino y la maquinaria superior del mismo. 

 Estos primeros ejemplares tenían una serie de características comunes. De la parte superior del molino sobresalía un eje horizontal. De este eje partían de cuatro a ocho aspas, con una longitud entre 3 y 9 metros . Las vigas de madera se cubrían con telas o planchas de madera. La energía generada por el giro del eje se transmitía, a trabes de un sistema de engranajes, a la maquinaria del molino emplazada en la base de la estructura. Los molinos de eje horizontal fueron usados extensamente en Europa Occidental para moler trigo desde 1180 en adelante. Basta recordar los ya famosos molinos de viento en las andanzas de Don Quijote. Todavía existen molinos de esa clase, por ejemplo, en Holanda.



Además de emplearse para el riego y moler el grano, los molinos construidos entre los siglos XV y XIX tenían otras aplicaciones, como el bombeo de agua en tierras bajo el nivel del mar, aserradores de madera, fábricas de papel, prensado de semillas para producir aceite, así como para triturar todo tipo de materiales.


En el siglo XIX se llegaron a construir unos 9.000 molinos en Holanda.

El molino de viento clásico en España consiste en una estructura de piedra de forma cilíndrica o troncocónica, de base circular, en la que se apoya una parte superior independiente, con las aspas que transforman la energía del viento en energía mecánica (movimiento). Esta parte superior (que además sirve de cubierta) es un entramado de madera que puede girar sobre el tambor de piedra para orientar las aspas según la dirección del viento, mediante un largo madero (gobierno; a la derecha de los molinos de la imagen) fijo a la cubierta y exterior al edificio, que se puede amarrar a unos hitos anclados al suelo.
En la parte superior del edificio, bajo la cubierta, hay unos ventanucos que servían para que el molinero supiera los cambios de dirección del viento y en consecuencia pudiera cambiar, con el gobierno, la orientación de las aspas como mejor convenía.
En otros países la estructura era de madera, mucho más ligera y se movía completa para orientar las aspas. Lógicamente la solera permanecia quieta respecto al suelo.
Las aspas mueven un engranaje (linterna), que engrana con una rueda horizontal (catalina), y trasmiten el movimiento del eje de las aspas a un eje vertical, que mueve la volandera.
Sobre las aspas se disponían unas lonas para recibir el viento, que se retiraban cuando no era necesario el movimiento, con lo que se evitaba el uso de los mecanismos, que eran generalmente de madera y por lo tanto muy propensos al desgaste.
En otros molinos, como en los de Cartagena, no hay aspas propiamente, sino solamente lonas, en forma de vela triangular, que se enrollaban en el palo del aspa, cuando no eran necesarias.



Molinos de bombeo
En Estados Unidos, el desarrollo de molinos de bombeo, reconocibles por sus múltiples velas metálicas, fue el factor principal que permitió la agricultura y la ganadería en vastas áreas de Norteamérica, de otra manera imposible sin acceso fácil al agua. Estos molinos contribuyeron a la expansión del ferrocarril alrededor del mundo, supliendo las necesidades de agua de las locomotoras a vapor. 


Todos estos molinos se mantendrán hasta bien entrado el siglo XIX. El desarrollo de los molinos de viento se interrumpe con la revolución industrial y la utilización masiva de vapor, la electricidad y los combustibles fósiles como fuentes de energía motriz. Es sin embargo en la segunda mitad del siglo XIX cuando tiene lugar uno de los más importantes avances en la tecnología del aprovechamiento del viento, con la aparición del popular "modelo multipala americano", utilizado para bombeo de agua prácticamente en todo el mundo, y cuyas características habrían de sentar las bases para el diseño de los modernos generadores eólicos.

Fue entre las guerras mundiales cuando aparecieron, como consecuencia de los progresos técnicos de las hélices de aviación, y con ellas los proyectos de grandes aerogeneradores de dos o tres palas. Se tendió a construir casi únicamente los de dos, ya que resultan mas baratos. Incluso se pensó en utilizar una única pala equilibrada con un contrapeso. Actualmente predominan los molinos tripalas. Estos aerogeneradores giran más rápidamente que los multipalas, lo que constituye una ventaja cuando se trata de alimentar máquinas de gran velocidad de rotación como los alternadores eléctricos. Los grandes aerogeneradores están situados en lo alto de una torre tronco-cónica de acero.

El avance más importante fue la introducción del abanico de aspas, inventado en 1745, que giraba impulsado por el viento. En 1772 se introdujo el aspa con resortes. Este tipo de aspa consiste en unas cerraduras de madera que se controlan de forma manual o automática, a fin de mantener una velocidad de giro constante en caso de vientos variables.

Otros avances importantes han sido los frenos hidráulicos para detener el movimiento de las aspas y la utilización de aspas aerodinámicas en forma de hélice, que incrementan el rendimiento de los molinos con vientos débiles.


Turbinas modernas
Las turbinas modernas fueron desarrolladas a comienzos de 1980, si bien, los diseños continúan en desarrollo. La industria de la energía eólica en tiempos modernos comenzó en 1979 con la producción en serie de turbinas de viento por los fabricantes Kuriant, Vestas, Nordtank, y Bonus. Aquellas turbinas eran pequeñas para los estándares actuales, con capacidades de 20 a 30 kW cada una. Desde entonces, la talla de las turbinas ha crecido enormemente, y la producción se ha expandido a muchos países. 









La Ruta de los Molinos

En el extremo sudoeste de la provincia de Cuenca, a pocos kilómetros de la de Ciudad Real, se encuentra Mota del Cuervo, importante villa manchega con una curiosa alfarería hecha exclusivamente por mujeres y un conjunto de molinos de viento situados encima de un farallón que domina la localidad, desde donde aseguran que en los días claros puede divisarse Despeñaperros. El Ayuntamiento de Mota del Cuervo delega en la Asociación de Amigos de los Molinos (300 socios) la responsabilidad de su cuidado y mantenimiento desde 1.955, se encargan de restaurar seis de ellos dotándolos de nombres alusivos a otros países: "Francia", "Alemania", ... Existe otro molino, "El Zurdo", que recientemente ha sido restaurado. La labor de acondicionamiento y mejora de estas construcciones ha merecido por parte del Ayuntamiento y la Asociación el premio internacional "Europa Nostra".
 


 Así mismo, en su afán de recuperar antiguas tradiciones, quiere volver a instaurar el "Día de la Llueca", bollo hueco que la gente colocaba en la mano cantando una canción exclusiva de la fiesta (3 de marzo) subiendo al cerro de los molinos, en el que se volaban cometas y en donde se realizaban guisos autóctonos como gachas y migas. La intención de la Asociación, que conserva uno de los molinos convertido en sede con curiosas exposiciones de alfarería y aperos de labranza, es limpiar la zona y darle utilidad al resto instalando en ellos una casa de oficios, restaurante, biblioteca cervantina, un centro de Artesanía provincial, etc


Al Nordeste de la provincia de Ciudad Real, se encuentra Campo de Criptana, en cuyo Cerro de la Paz pueden contemplarse diez molinos de viento de los treinta y dos existentes. Tres de ellos están declarados monumentos por su mayor antigüedad y todos poseen nombres referidos a lugares y personas comunes al municipio: El "Sardinero" conserva la maquinaria original; el "Culebro" alberga un museo dedicado a Sara Montiel; El "Lagarto" guarda un museo dedicado a aperos de labranza; y el "Pilón" otro dedicado al vino; el "Burleta" y el "Infante" conservan también la maquinaria original, siendo éste último el destinado a moler de nuevo con el fin de que los numerosos visitantes observen con exactitud el funcionamiento de un molino; el "Poyatos" se encuentra la oficina de turismo (926-562231); y así otros tantos con diferentes usos, exposición de pintura, artesanía popular, etc.



A su paso por Alcázar de San Juan (Ciudad Real), continuando la ruta, coronando el cerro de San Antón, encontramos cuatro de ellos, actualmente de propiedad municipal. El último molino de la ciudad dejó su trabajo en 1.939, aunque existen noticias que localizan en sus alrededores decenas de ellos que trabajaron activamente desde el siglo XVI. El doctor manchego Rafael Mazuecos escribió un estudio fundamental sobre los molinos de viento que fue ilustrado por el también alcazareño Julio Alberto González Chaves, al que debemos el diseño gráfico de un molino de viento cortado por la mitad con la exhaustiva relación de los nombres de las piezas que pueden observarse perfectamente.
En Madridejos (Toledo) encontramos el molino del "Tío Genaro", uno de los más antiguos existentes, catalogado con un origen que ronda los cuatrocientos años y considerado de interés turístico. Su propietario, José Luis Doctor, lo heredó de sus antepasados, que lo utilizaron para la molienda hasta la mitad de este siglo. Aunque conserva la maquinaria completa, la carcoma comienza a hacer estragos en sus piezas. Se encuentra ya dentro del caso urbano de la población, y su entorno ha sido acondicionado para lugar de ocio, habiéndose construido a su lado una Galería Porticada, que conserva todas las características propias de un Patio Manchego. En ella se muestran distintos objetos y etnológicos típicos de los modos de vida de la gente de estas tierras. Además constituye un lugar entrañable para la realización de diferentes actividades lúdico-culturales, que servirán para gozo del alma del visitante.
 La localidad de Consuegra (Toledo), con un casco antiguo muy relevante asentado sobre restos de la ciudad romana de Consaburum, el río Amarguillo la divide en dos, enlazadas por puentes metálicos que hoy sustituyen a los de origen romano, abatidos por la inundación del siglo XIX. La dominación árabe, la posterior toma por Alfonso VI y el hecho de que en 1.183 Alfonso VIII la cediese, junto con su castillo, a la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, dejaron en Consuegra notables huellas arquitectónicas que pueden apreciarse dando un paseo por la localidad o visitando su museo. Sus interesantes monumentos, el castillo, las defensas militares y, sobre todo, la crestería denominada Cerro Calderico, de sus molinos de viento, hace de esta población un lugar atractivo para turistas y visitantes.

Una vez al año, el último fin de semana del mes de octubre, coincidiendo con la Fiesta de la Rosa del Azafrán, "Sancho" deja abiertos algunos de sus ocho ventanillos (los molinos de Consuegra no tienen doce como los demás) y mueve sus aspas realizando la Molienda de la Paz, un acto simbólico en el que participan diversas personalidades relevantes en el mundo de la cultura y la comunicación.
El Molino de Viento “La Unión" de Camuñas, debe su  nombre, conforme recoge la tradición popular, a que después de sufrir un incendio fue reconstruido por el pueblo en general. Esto ocurrió posiblemente en 1866, fecha que figura sobre la puerta. Originalmente se llamaba “El Viejo”, pero tras el incendio que sufrió a finales del siglo XIX, le fue cambiado el nombre por el de “La Unión”, debido a las numerosas aportaciones económicas de los vecinos de Camuñas para su reconstrucción.

Así funcina un molino de viento (pincha sobre la imagen para ver el vídeo).






Fuente:
http://www.oni.escuelas.edu.ar/
http://www.opex-energy.com
http://es.wikipedia.org
madridejos.net




 Mago de Oz


 Si acaso tu no ves
Mas allá de tu nariz
Y no oyes a una flor reír

Si no puedes hablar
Sin tener que oír tu voz
Utilizando el corazón

Amigo Sancho escúchame,
No todo tiene aquí un porqué
Un camino lo hacen los pies

Hay un mundo por descubrir
Y una vida que arrancar de arrancar
De brazos del guión final

A veces siento al despertar
Que el sueño es la realidad

Bebe, danza, sueña
Siente que el viento
Ha sido echo para ti
Vive, escucha y habla
Usando para ello
el corazón

Siente que la lluvia
Besa tu cara
Cuando haces el amor
Grita con el alma
Grita tan alto
Que de tu vida, tu seas
Amigo el único actor

Sí acaso tu opinión
Cabe en un sí o un no
Y no sabes rectificar

Si puedes definir
el odio o el amor
Amigo que desilusión

No todo es blanco,
O negro: es gris
Todo depende del matiz,
Busca y aprende a distinguir

La luna puede calentar
Y el sol tus noches acunar
Los arboles mueren de pie.

He visto un manantial llorar
Al ver sus aguas ir al mar



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