No quiero estar sin ti
si tú no estas aquí me sobra el aire
no quiero estar así
si tú no estas la gente se hace nadie
si tú no estas aquí no se
que diablos hago amándote
si tú no estas aquí sabrás
que dios no va a entender por que te vas
no quiero sin ti
si tú no estas aquí me falta el sueño
no quiero andar así
latiendo un corazón de amor sin dueño
si tú no estas aquí no se
que diablos hago amándote
si tú no estas aquí sabrás
que dios no va a entender porque te vas
derramare mis sueños
si algún día no te tengo
lo mas grande se hará lo mas pequeño
paseare en un cielo sin estrellas esta vez
tratando de entender quien hizo
un infierno el paraiso
no te vayas nunca porque
no puedo estar sin ti
si tú no estas aquí me quema el aire
si tú no estas aquí no se
que diablos hago amándote
si tú no estas aquí sabrás
que dios no va a entender por que te vas
"La vida es una fuente interminable de reflexiones, desmedida como la eternidad, inagotables como la maldad e inmensas como el amor".
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miércoles, 19 de diciembre de 2012
Poema del adiós, José Ángel Buesa
Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.
Realidad o sueño, Jarabe de Palo
Deja que te hable de mis sueños
que tras el tiempo se escondieron
pero que contigo han vuelto.
Deja que te hable de mis sueños,
que con el tiempo se perdieron
confundidos en el silencio.
Sueño con los ojos abiertos,
puede que pienses que estoy loco
porque me creo lo que sueño.
Y si tú quieres te los cuento,
los escribí en un libro abierto
en el lenguaje de los sueños.
Qué hay de malo en perseguir los sueños.
Qué hay de malo en soñar despierto.
Sueño en color, sueño en verso.
en historias con argumento,
en canciones que al fin resuelvo.
Flotan guitarras en el cielo,
veo montañas en el techo,
para los sueños no hay secretos.
Creo en los sueños infinitos,
aquellos que tienen los niños,
que se acarician con los dedos.
Creo en los sueños verdaderos
que corren sin rumbo ni dueño,
y a los que nadie puso un precio.
Son los sueños realidad o sueños.
Es la realidad verdad o un sueño.
Qué hay de malo en perseguir los sueños.
Qué hay de malo en soñar despierto.
Son los sueños realidad o sueños.
Es la realidad verdad o un sueño.
que tras el tiempo se escondieron
pero que contigo han vuelto.
Deja que te hable de mis sueños,
que con el tiempo se perdieron
confundidos en el silencio.
Sueño con los ojos abiertos,
puede que pienses que estoy loco
porque me creo lo que sueño.
Y si tú quieres te los cuento,
los escribí en un libro abierto
en el lenguaje de los sueños.
Qué hay de malo en perseguir los sueños.
Qué hay de malo en soñar despierto.
Sueño en color, sueño en verso.
en historias con argumento,
en canciones que al fin resuelvo.
Flotan guitarras en el cielo,
veo montañas en el techo,
para los sueños no hay secretos.
Creo en los sueños infinitos,
aquellos que tienen los niños,
que se acarician con los dedos.
Creo en los sueños verdaderos
que corren sin rumbo ni dueño,
y a los que nadie puso un precio.
Son los sueños realidad o sueños.
Es la realidad verdad o un sueño.
Qué hay de malo en perseguir los sueños.
Qué hay de malo en soñar despierto.
Son los sueños realidad o sueños.
Es la realidad verdad o un sueño.
La Resistencia, Ernesto Sábato
Máscaras
"Persona quiere decir máscara,
y cada uno de nosotros tiene muchas.
¿Hay realmente una verdadera
que pueda expresar la compleja,
ambigua y contradictoria condición humana?
Siempre es terrible ver a un hombre que se
cree absoluta y seguramente solo,
pues hay en el algo trágico,
quizás hasta sagrado,
y a la vez horrendo y vergonzoso.
Siempre llevamos una máscara,
que nunca es la misma sino cambia
para cada uno de los lugares
que tenemos asignados en la vida:
la de profesor, la del amante,
la del intelectual, la del héroe,
la del hermano cariñoso.
Pero ¿qué máscara nos ponemos
o que máscara nos queda
cuando estamos en soledad,
cuando creemos que nadie nos observa,
nos controla, nos escucha, nos exige,
nos suplica, nos intima, nos ataca?.
Acaso el carácter sagrado de ese instante
se deba a que el hombre está,
entonces, frente a la Divinidad,
o por lo menos ante su propia
e implacable conciencia.
¡Cuántas lágrimas hay detrás de las máscaras!
¡Cuánto más podría el hombre llegar al encuentro
con el otro hombre si nos acercáramos los
unos a los otros como necesitados
que somos, en lugar de figurarnos fuertes!
Si dejáramos de mostrarnos autosuficientes
y nos atreviéramos a reconocer
la gran necesidad del otro
que tenemos para seguir viviendo,
como muertos de sed que somos en verdad;
¡cuánto mal podría ser evitado!...
Ernesto Sábato
Estraído libro "La Resistencia"
y cada uno de nosotros tiene muchas.
¿Hay realmente una verdadera
que pueda expresar la compleja,
ambigua y contradictoria condición humana?
Siempre es terrible ver a un hombre que se
cree absoluta y seguramente solo,
pues hay en el algo trágico,
quizás hasta sagrado,
y a la vez horrendo y vergonzoso.
Siempre llevamos una máscara,
que nunca es la misma sino cambia
para cada uno de los lugares
que tenemos asignados en la vida:
la de profesor, la del amante,
la del intelectual, la del héroe,
la del hermano cariñoso.
Pero ¿qué máscara nos ponemos
o que máscara nos queda
cuando estamos en soledad,
cuando creemos que nadie nos observa,
nos controla, nos escucha, nos exige,
nos suplica, nos intima, nos ataca?.
Acaso el carácter sagrado de ese instante
se deba a que el hombre está,
entonces, frente a la Divinidad,
o por lo menos ante su propia
e implacable conciencia.
¡Cuántas lágrimas hay detrás de las máscaras!
¡Cuánto más podría el hombre llegar al encuentro
con el otro hombre si nos acercáramos los
unos a los otros como necesitados
que somos, en lugar de figurarnos fuertes!
Si dejáramos de mostrarnos autosuficientes
y nos atreviéramos a reconocer
la gran necesidad del otro
que tenemos para seguir viviendo,
como muertos de sed que somos en verdad;
¡cuánto mal podría ser evitado!...
Ernesto Sábato
Estraído libro "La Resistencia"
El
libro de la Resistencia escrito por Sábato es una reflexión profunda
sobre la vida. Un recorrido por los tiempos antiguos y por los tiempos
modernos que a los seres humanos les toca vivir.
Nos llama a valorar la vida del hombre y de los otros seres humanos.
Habla
de resistir al individualismo, al capitalismo, al culto de sí mismo, a
la incomunicación, al sometimiento y a la masificación, a la competencia
feroz y a la falta de comunicación.
Él
piensa que el ser humano puede resistir y puede salir de esta profunda
crisis en las que estamos envueltos porque siempre el hombre puede
volver a renacer.
El libro está dividido en cinco cartas y un epílogo.
Primera carta: LO PEQUEÑO Y LO GRANDE
En este
capítulo reflexiona sobre las cosas cotidianas, sobre las cosas
sencillas que dejamos de valorar, una buena caminata, la floración de un
aromo, las flores, los perfumes.
Algo que lo afecta es el ruido. El hombre necesita expresarse de mil formas.
Habla de la fidelidad o traición a lo que sentimos como un destino o vocación.
Segunda carta: LOS ANTIGUOS VALORES:
Habla
en este capitulo de los antiguos valores y de la importancia y el
respeto a ceremonias como la muerte, el casamiento y el bautismo.
La
vida de los hombres se centraba en los valores espirituales como la
dignidad, el desinterés, el estoicismo del ser humano frente a la
adversidad.
La
vida de los hombres carece de ocio, pero el ocio bien entendido, como
descanso de una jornada laboral, o distracción en cosas que nos gustan.-
Antiguamente la gente tenía menos libertad pero mucho más responsabilidad.
Tercera carta: ENTRE EL BIEN Y EL MAL:
Habla sobre los viejos y el maltrato y la poca estima que les tenemos.
Se refiere
al respeto que existía hacia los padres. Habla del cambio radical que
debe haber en la educación, de la filosofía de Ghandi y termina haciendo
un paralelismo entre el bien y el mal, sintetizando que el amor como
el verdadero acto creador es siempre la victoria del bien sobre el mal.
Cuarta carta: LOS VALORES DE LA COMUNIDAD:
En
este capitulo se refiere al quiebre de la cultura occidental,
dictaduras totalitarias, enajenación del hombre, destrucción del medio
ambiente, la neurosis colectiva y la histeria generalizada.
La ciencia que iba a solucionar los problemas del hombre en forma positiva, terminó siendo usada como un arma mortal.
Habla de una crisis en la concepción del mundo, en su totalidad.
Critica la competencia, por no tener un sentido comunitario y si individualista.
Quinta carta: EL VÉRTIGO:
El
vértigo, entendido como velocidad, el desenfreno, el ritmo acelerado,
el pánico. El hombre viviendo en este ritmo se convierte en un ser
autómata, pero tiene una esperanza, siempre puede salir de las crisis.
Hay que defenderse, no asfixiarse, no perder la libertad, ni los buenos pequeños momentos compartidos.
Epilogo: LA DECISIÓN Y LA MUERTE:
Sàbato hace
referencia al valor de la vida, a dejar pasar el tiempo pero vivirlo
plenamente, a sostenernos en los valores espirituales y sostiene que hay
que ser fieles a nuestro destino.
Hay
momentos que siente que es el momento final y después sucede que
aparecen ciertas cosas que renuevan su esperanza y que no todo está
perdido.
Marca la diferencia entre aceptar, que es respetar al otro y resignarse, que es un sentimiento cobarde.
Siente
que la muerte está cerca de él pero la toma con comprensión y se
alimenta de los buenos momentos y las buenas personas que pasaron por su
vida.
Reseña: Claudia Vidal
Fuente:
http://carmenlobo.blogcindario.com
En busca del camino, la brújula...
Poema
Una brújula Todas las cosas son palabras del
idioma en que Alguien o Algo, noche y día,
escribe esa infinita algarabía
que es la historia del mundo.En su tropel
pasan Cartago y Roma, yo, tú, él,
mi vida que no entiendo, esta agonía
de ser enigma, azar, criptografía
y toda la discordia de Babel.
Detrás del nombre hay lo que no se nombra;
hoy he sentido gravitar su sombra
en esta aguja azul, lúcida y leve,
que hacia el confín de un mar tiende su empeño,
con algo de reloj visto en un sueño
y algo de ave dormida que se mueve.
Jorge Luis Borges
Poco se sabe sobre el origen de la brújula, aunque los chinos afirman que ellos
la habían inventado más de 2.500 años antes de Cristo. Y es probable que se haya
usado en los países del Asia Oriental hacia el tercer siglo de la era cristiana.
Y hay quienes opinan que un milenio más tarde, Marco Polo la introdujo en
Europa.
Los chinos usaban un trocito de caña conteniendo una aguja
magnética que se hacía flotar sobre el agua, y así indicaba el norte magnético.
Pero en ciertas oportunidades no servía, pues necesitaba estar en aguas calmas,
por lo que fue perfeccionada por los italianos.
El fenómeno del magnetismo se conocía; se sabía desde hacía
mucho tiempo que un elemento fino de hierro magnetizado señalaba hacia el norte,
hay diversas teorías sobre quién inventó la brújula. Ya en el siglo XII existían
brújulas rudimentarias. En 1269, Pietro Peregrino de Maricourt, alquimista de la
zona de Picardía, describió y dibujó en un documento, una brújula con aguja
fija (todavía sin la rosa de los vientos). Los árabes se sintieron muy atraídos
por este invento; la utilizaron inmediatamente, y la hicieron conocer en todo
Oriente.
La brújula (de "buxula",
cajita hecha de boj o boxus) es un instrumento magnético que aparece descripto
en La Divina Comedia de Dante, de la siguiente manera: "Los navegantes tienen
una brújula que en el medio tiene enclavada con un perno, una ruedecilla de
papel liviano que gira en torno de dicho perno; dicha ruedecilla tiene muchas
puntas y una de ellas tiene pintada una estrella traspasada por una punta de
aguja; cuando los navegantes desean ver dónde está la tramontana, marcan dicha
punta con el imán."
Existe una leyenda según la
cual, en una batalla dada en la niebla por el emperador Huang-ti en 2634
a . de C., se empleó para orientar a las tropas un carro con una figura
humana que señalaba siempre el S. También se sabe que los chinos
traficaron por mar con los países del golfo Pérsico y el mar Rojo en el
s.IX, pero no consta que usaran para ello la brújula. En realidad la
primera referencia escrita del uso de ésta por los chinos data del s.XI.
Entre los árabes se mencionaba por primera vez en 1220. Probablemente
fueron ellos quienes la introdujeron en Europa, donde no tardó en ser
adoptada por los vikingos.
Se sabe con certeza que Colón utilizó una, quien probablemente fue el
primero en advertir la variación magnética.
En su versión primitiva,
conocida con el nombre de brújula flotante, el instrumento consistía en
una aguja magnética montada sobre un flotador que se colocaba en un
recipiente con agua.
Brújulas modernas:
La brújula sufrió pocas modificaciones hasta el s.XIX, en que
científicos, ingenieros y navegantes la mejoraron notablemente. El
algunos modelos, los rumbos o los grados acimutales están marcados en un
plato circular, que gira movido por varios imanes.
Para barcos y
aviones, en los que los movimientos de balanceo y cabeceo hacen
inservibles las brújulas ordinarias, se han ideado tipos especiales. Las
brújulas de barcos se montan en suspensión cardán, lo que permite que
se mantengan siempre niveladas. Los imanes de las brújulas, tanto en los
barcos como en los aviones, se sumergen a menudo en un líquido con el
fin de amortiguar la oscilación.
El N geográfico y el magnetismo no suelen coincidir; la diferencia entre
ellos es la variación o declinación, que difiere de un lugar a otro;
las cartas marinas y las aeronáuticas indican su valor mediante líneas
isogónas. El error de la brújula debido a la existencia en sus
inmediaciones de materiales férreos y otros metales magnéticos se llama
desviación y resulta especialmente enojoso en los barcos y en los
aviones. Se consigue eliminarlo colocando correctores magnéticos en
lugares adecuados.
La brújula de declinación posee una aguja imantada que gira en un plano
vertical, es decir, alrededor de un eje horizontal, e indica la
componente vertical del campo magnético terrestre y no la componente
horizontal como hacen las brújulas ordinarias; se usa sobre todo para
trabajos geológicos.
Instalación:
En los buques de gran porte y en todos aquellos cuyos cascos y superestructuras son de acero, las brújulas se hallan afectadas por las perturbaciones magnéticas del propio casco, que falsea el rumbo a seguir en la derrota. En este aspecto se han realizado considerables progresos. La bitácora o pedestal en cuyo interior va situado el mortero y que a su vez aloja el elemento sensible de un compás (sistema direccional) va dotado de una serie de elementos correctores y auxiliares, que eliminan las perturbaciones producidas por los aceros estructurales del buque y, como consecuencia, los desvíos de éste se reducen al mínimo. Modernamente se han tomado acuerdos importantes en lo que se refiere a las características fundamentales que debe reunir una bitácora magistral o de gobierno. Una de las ventajas que reporta es que su teoría es simple y sencilla, se basa en una serie de efectos ópticos en virtud de los cuales el rumbo de la bitácora magistral, situada en la parte exterior del puente alto, se refleja en el cuarto de gobierno, frente al plano horizontal de los ojos del marinero o timonel, que por medio de un espejo regulador puede leer cómodamente el rumbo. Este sistema de bitácora magistral de reflexión evita la instalación de otro compás en el cuarto de gobierno, permitiendo así más espacio para la colocación de del piloto automático, repetidores de giro y demás aparatos detectores y electrónicos, como el radar y las sondas ultrasonoras.
En los buques de gran porte y en todos aquellos cuyos cascos y superestructuras son de acero, las brújulas se hallan afectadas por las perturbaciones magnéticas del propio casco, que falsea el rumbo a seguir en la derrota. En este aspecto se han realizado considerables progresos. La bitácora o pedestal en cuyo interior va situado el mortero y que a su vez aloja el elemento sensible de un compás (sistema direccional) va dotado de una serie de elementos correctores y auxiliares, que eliminan las perturbaciones producidas por los aceros estructurales del buque y, como consecuencia, los desvíos de éste se reducen al mínimo. Modernamente se han tomado acuerdos importantes en lo que se refiere a las características fundamentales que debe reunir una bitácora magistral o de gobierno. Una de las ventajas que reporta es que su teoría es simple y sencilla, se basa en una serie de efectos ópticos en virtud de los cuales el rumbo de la bitácora magistral, situada en la parte exterior del puente alto, se refleja en el cuarto de gobierno, frente al plano horizontal de los ojos del marinero o timonel, que por medio de un espejo regulador puede leer cómodamente el rumbo. Este sistema de bitácora magistral de reflexión evita la instalación de otro compás en el cuarto de gobierno, permitiendo así más espacio para la colocación de del piloto automático, repetidores de giro y demás aparatos detectores y electrónicos, como el radar y las sondas ultrasonoras.
Experiencia de la declinación magnética en el primer viaje de Colón:
La travesía fue tranquila hasta los días 13 al 16 de septiembre en que fue advertida una oscilación en la brújula que causó inquietud a los marineros. Un fenómeno que, sin lugar a dudas, ya habían observado otros viajeros pero que Colón fue el primero en recogerlo por escrito. En primer lugar, en el diario del primer viaje y también en el del tercero.
La travesía fue tranquila hasta los días 13 al 16 de septiembre en que fue advertida una oscilación en la brújula que causó inquietud a los marineros. Un fenómeno que, sin lugar a dudas, ya habían observado otros viajeros pero que Colón fue el primero en recogerlo por escrito. En primer lugar, en el diario del primer viaje y también en el del tercero.
-
Fallo que de Septentrión en Abstro, pasando las dichas cient leguas de
las dichas islas, que luego en las agujas de marear, que fasta entonces
nordesteavan, noruesteavan una cuarta de viento todo entero y esto es en
allegando allí a aquella línea, como quien traspone una cuesta.
Los marineros andaban preocupados. Colón los tranquilizó con su
particular ingenio. El sabía bien el pequeño círculo que la estrella
Polar describe alrededor del polo lo que, al parecer, ignoraban el resto
de sus compañeros. Aprovechándose de sus conocimientos, reunió al alba a
los pilotos y les hizo observar la variación; mientras tanto la
estrella Polar se había desplazado hacia la izquierda y por ello la
desviación de las agujas resultaba menguada.
Al día siguiente Colón les ordenó que volvieran a tomar el punto y,
tomando el norte, hallaron que "las agujas eran buenas". Los pilotos
pudieron entonces comprobar que las agujas no hacían más que seguir a la
estrella Polar, que se movía, mientras que éstas conservaban su
capacidad de dirección. (C.Varela).
Efectos de la variación del campo magnético:
El Polo Norte magnético ha cuadruplicado su velocidad de desplazamiento en el último siglo y globalmente el campo magnético terrestre se ha debilitado un 10% desde el siglo XIX. Para los marinos y muy especialmente para las nuevas generaciones, el compás magnético ha ido perdiendo la importancia de antaño al igual que está ocurriendo con los métodos tradicionales de posicionamiento. La fiabilidad y precisión de los modernos equipos de navegación van postrando a un segundo término a estas técnicas, que permanecen a bordo como un elemento de seguridad y emergencia. Los compases magnéticos no son ya un elemento determinate para la navegación, ya que una discrepancia de +/- 1 grado o algo más, no es un factor significativo cuando han fallado el resto de los elementos náuticos. De persistir las actuales circunstancias, la variación del campo magnético terrestre no debe afectar a la navegación marítima pero sí requerirá una mayor atención sobre los desvíos de la aguja para que, llegado un caso de necesidad, se pueda utilizar con seguridad.
El Polo Norte magnético ha cuadruplicado su velocidad de desplazamiento en el último siglo y globalmente el campo magnético terrestre se ha debilitado un 10% desde el siglo XIX. Para los marinos y muy especialmente para las nuevas generaciones, el compás magnético ha ido perdiendo la importancia de antaño al igual que está ocurriendo con los métodos tradicionales de posicionamiento. La fiabilidad y precisión de los modernos equipos de navegación van postrando a un segundo término a estas técnicas, que permanecen a bordo como un elemento de seguridad y emergencia. Los compases magnéticos no son ya un elemento determinate para la navegación, ya que una discrepancia de +/- 1 grado o algo más, no es un factor significativo cuando han fallado el resto de los elementos náuticos. De persistir las actuales circunstancias, la variación del campo magnético terrestre no debe afectar a la navegación marítima pero sí requerirá una mayor atención sobre los desvíos de la aguja para que, llegado un caso de necesidad, se pueda utilizar con seguridad.
La brújula es un instrumento que sirve para orientarse, y su
característica fundamental radica en las propiedades de su aguja
imantada. Su funcionamiento se debe a la aguja que indica el norte magnético, que es distinto al norte geográfico y que difiere ligeramente según la localización planetaria en la que nos situemos.
Cómo usar una brújula
Una brújula sirve para orientarse, aunque eso es relativo. La brújula
proporciona una referencia con relación al norte, por lo que sirve para
seguir una dirección, aunque no exactamente para orientarse. Otra cosa
es cuando se conoce la posición y, con la ayuda de la brújula, se traza
una dirección a seguir.
Teniendo en cuenta que las brújulas señalan al norte magnético, los
mapas topográficos llevan una corrección –que varía entre un punto y
otro del planeta– entre los puntos geográficos de referencia que se
conoce como declinación.
Tipos de brújula
Existendiversos tipos de brújula. Las más sencillas y económicas
consisten en una aguja imantada sobre un círculo graduado. Para mayor
precisión podemos encontrar brújulas de las mismas características pero
suspendidas en líquido. Estas son las brújulas comunes de marcha.
Después están las cartográficas así como también las brújulas
especiales, como las náuticas, las militares, las forestales, las
topográficas o las geológicas, entre las que se distiguen la brújula
Brunton o la brújula Freiberger. También podemos encontrar brújulas
digitales.
En los comienzos del
siglo XX aparece la brújula giroscópica o también llamada
girocompás. Consiste en un giróscopo, cuyo rotor gira alrededor de
un eje horizontal paralelo al eje de rotación de la tierra. Se
le han agregado dispositivos que corrigen la desviación, la
velocidad y el rumbo; y en los transatlánticos y buques suele estar
conectado eléctricamente, a un piloto automático. Este girocompás
señala el norte verdadero, mientras que la brújula magnética,
justamente, señalaba el norte magnético.
Partes de una brújula
La brújula se divide en seis partes fundamentales. Conviene conocer bien las partes de la brújula para hacer un uso correcto de la misma:
- La base: Es el cuerpo de la brújula y acostumbra a estar compuesta por una base de plástico resistente y transparente en la que se leen de una a tres escalas de medición. En ese cuerpo están ancladas todas las demás piezas.
- El anillo giratorio graduado: El anillo giratorio tiene una serie de divisiones hasta completar un círculo de 360 grados. Suelen tener una división mínima de 2 grados. Cuanto menor sea la división más correcta será la medición y menos errores se producirán.
- La aguja magnética: La aguja magnética se encuentra dentro del cilindro. Es la parte más importante de la brújula.
- La flecha orientadora: También se halla en el interior del cilindro, por debajo de la aguja magnética.
- Punto de lectura: El punto de lectura se encuentra en la parte superior del cilindro, encima de la numeración de las divisiones. Es un punto de color blanco, por lo general, y ahí es donde se efectúan las lecturas con la brújula.
- Flecha de dirección de viaje: Se trata de una línea que atraviesa la mayor parte de la base para terminar con una flecha. A sus lados se aprecian líneas auxiliares, aunque son distintas a las que acompañan a la flecha orientadora.
Cómo se utiliza la brújula en un mapa
En primer lugar debe colocarse la brújula sobre el mapa,
procurando que el lateral de su placa base descanse a lo largo del
rumbo que se pretende seguir. A continuación se hace girar la cápsula
(el limbo graduado) hasta que la “N” coincida con exactitud con el norte
magnético indicado en el mapa. A partir de ahí, la flecha de dirección
indica en el aro del limbo el rumbo a seguir. Ya en el terreno, y sin
dejar de mantener el limbo en la dirección que se ha obtenido sobre el
mapa, se gira toda la brújula (no el limbo) hasta lograr la coincidencia
de la flecha del Norte con la aguja imantada. Ya solo queda seguir el
rumbo hasta el punto de destino elegido y, una vez allí, repetir el
mismo proceso hasta llegar al destino final.
Cómo se utiliza la brújula cuando no hay mapa
Lo primero que debe hacerse es buscar una superficie plana donde
colocar la brújula para permitir que la aguja se mueva con libertad y
encuentre el norte. Una vez se haya detenido se procederá a girar
lentamente el limbo graduado hasta que el norte (del limbo) se sitúe
sobre la punta imantada de la aguja. Tanto la aguja como el limbo están
orientados hacia el norte. El ángulo del limbo, sea el que sea, quedará
alineado con la dirección norte-sur de la brújula, lo que servirá para
orientarnos en nuestro rumbo.
Hay que tener en cuenta que el primer paso habrá sido ubicarse en la
dirección de viaje para, posteriormente,
seguir los pasos que se han indicado con la brújula.
Orientarse sin brújula ni mapa
Cuando se carece de brújula y de mapa, aún existen
posibilidades de orientarse, tanto de día como de noche. De noche, como se ha
hecho desde siempre, mediante las estrellas. De día, para poder orientarse,
hará falta un reloj. Con el reloj debe apuntarse con la aguja pequeña en
dirección al sol. La bisectriz entre la aguja pequeña y la cifra de las 12 del
reloj indicará la dirección sur en el hemisferio norte. Ocurrirá lo contrario
en el hemisferio sur.
Las brújulas se han mantenido casi inalterables con el paso
del tiempo. Algunas, por ejemplo, comenzaron a incluir iluminación. Sin
embargo, en la actualidad, los sistemas de navegación satelitales (como el GPS)
han superado a las brújulas ya que ofrecen mayor precisión y más cantidad de
datos. De todas maneras, las brújulas siguen utilizándose ante los eventuales
desperfectos de los sistemas más complejos y en aquellos lugares donde no hay
energía eléctrica o la posibilidad de recambiar pilas.
Es importante tener en cuenta que el norte magnético
al que se apunta la aguja de la brújula es diferente al norte geográfico y
varía de acuerdo a la región del planeta. En los polos, tanto
norte como sur, las brújulas son inútiles ya que allí convergen las líneas de
fuerza del campo magnético terrestre.
Cuiosidades sobre la brújula
Las agujas magnetizadas que hoy usamos aparecieron en China
entre el año 850 y el 1050, y pronto se extendió su uso entre los navegantes,
que complementaban con la brújula su orientación mediante las estrellas. Pero
la primera persona que se sabe que haya usado una brújula fue Zheng He, un
navegante de la provincia china de Yunnan que realizó numerosos viajes
oceánicos entre los años 1405 y 1433.
Curiosamente las brújulas chinas siempre apuntan al
Sur, mientras que las Europeas apuntan al Norte, por lo que algunos
investigadores piensan que la brújula europea es un invento independiente de la
china. Los árabes probablemente si tomaron el invento chino, pues sus mapas y
brújulas también apuntan al Sur en vez de al Norte.
La brújula no se puede usar ni en el Polo Norte ni en el
Polo Sur, debido a que la convergencia de las líneas de fuerza del campo
magnético terrestre anula su funcionalidad y es incapaz de alinearse ni señalar
correctamente el Norte.
Cuando la brújula llegó a Europa durante el Renacimiento
(siglo XIV) los europeos pensaron que funcionaba por brujería, y la llamaron
brújula, que es un diminutivo de bruja. Incluso hasta medíados del siglo XIX
muchos en Europa seguían creyendo que la aguja de la brújula apuntaba al Norte
porque en el Polo Norte de la Tierra había una gigantesca montaña de hierro o
magnetita en medio de una isla imaginaria a la que se llamó Rupes Nigra, y que
era eso lo que atraía la aguja de la brújula.
Fuente:
http://suite101.net
http://www.mgar.net
http://definicion.de
http://www.labrujulaverde.com
http://www.educar.org
Curiosidad: Historias rigurosamente falsas
Ni Napoleón era un enano, ni Arturo fue rey de Inglaterra. Descubre toda
la verdad sobre las 43 mentiras históricas, culturales y religiosas más
repetidas de todos los tiempos
1.- Bin Laden no
fue el primero en atacar a EEUU en su propio territorio nacional. El
“mérito” le corresponde a Pancho Villa, quien en 1916 cruzó Río Grande y
atacó la ciudad de Columbus, en Texas, donde mató a siete personas. La
invasión duró menos de diez horas.
2.- Las tres carabelas
de Colón solo fueron dos. La Pinta y La Niña. Porque la tercera nave que
participó en el descubrimiento de América era una nao, otro tipo de
barco de mayor tamaño. Se llamaba María Galante, pero Colón la rebautizó
Santa María.
3.- Las brujas de Salem no
fueron quemadas en la hoguera. Pero que nadie piense que las
indultaron. En realidad fueron ahorcadas, que era la pena que las
comunidades protestantes y calvinistas solían dictar para los casos de
hechicería.
4.- Napoleón no
era tan bajito. De hecho, medía 1,68 m, una estatura aceptable para su
época, e incluso superaba por 4 cm al duque de Wellington, su gran
enemigo.
5.- En Casablanca, Bogart
nunca pronuncia la frase: “Tócala otra vez, Sam”. En realidad, la frase
exacta es: “Tócala Sam, toca As time goes by”, y la recita Ingrid
Bergman. Para acabar de arruinar el mito, el actor que hacía de Sam
(Dooley Wilson) solo la cantaba, ya que no sabía tocar el piano. El
acompañamiento se incorporó
en el estudio.
en el estudio.
6.- Los vikingos no
llevaban cascos con cuernos. Fue una invención del pintor sueco Gustav
Malstrom en las ilustraciones que realizó en 1820 para el poema épico
Frithiof’s Saga. El propósito de estos cuernos irreales era retratar a
los feroces guerreros del Norte como seres casi demoníacos.
7.- La
guerra de los cien años realmente duró 116, de 1337 a 1453, año en que
los reyes de Inglaterra y Francia (los países en conflicto) pusieron fin
a las hostilidades.
8.- El estrangulador de Boston, Albert
de Salvo, no estrangulaba a sus víctimas. Al menos, no a todas.
Únicamente asesinó de ese modo a la primera; en cambio, a las otras doce
las mató a golpes o a puñaladas.
9.- George Washington no
fue el primer presidente de Estados Unidos. Al estallar la revolución
americana en 1714, una comisión de notables eligió a Peyton Randolph, de
manera provisional, para ese cargo. Tras su dimisión, ocho personas
actuaron como presidentes en funciones hasta 1789, año en que por fin se
aprobó la Constitución americana y se celebraron las primeras
elecciones al cargo, en las que Washington fue finalmente elegido.
10.- Hernán Cortés nunca quemó sus naves. Según el relato de
Bernal Díaz del Castillo, el cronista que acompañó a la expedición
durante la conquista de México, lo que hizo fue embarrancarlas y
barrenarlas, para abrir vías de agua. Además, Cortés dejó una intacta,
para que fuera a Cuba a solicitar el envío de más víveres y tropas.
11.- La revolución de octubre fue en noviembre. Realmente (y según el actual calendario gregoriano), comenzó el 7 de noviembre, cuando Lenin se sublevó en Petrogrado contra el gobierno de Kerensky. Lo que ocurre es que Rusia se regía aún por el llamado calendario Juliano (obsoleto en el resto del mundo occidental desde el año 1582), según el cual, la fecha correspondía al 25 de octubre.
11.- La revolución de octubre fue en noviembre. Realmente (y según el actual calendario gregoriano), comenzó el 7 de noviembre, cuando Lenin se sublevó en Petrogrado contra el gobierno de Kerensky. Lo que ocurre es que Rusia se regía aún por el llamado calendario Juliano (obsoleto en el resto del mundo occidental desde el año 1582), según el cual, la fecha correspondía al 25 de octubre.
12.- Walt
Disney no sabía dibujar y nunca diseñó ninguno de sus famosos
personajes. Durante muchos años se dijo que Mickey Mouse había sido
creado por él, pero ahora sabemos que fue obra exclusiva del dibujante
Ub Wickers, quien le dejó a Disney compartir la autoría para devolverle
un favor.
13.- Los Harlem Globetrotters no eran de Harlem,
sino de Chicago, ciudad en la que se fun­dó el equipo en el año
1926, pero se pusieron New York Globetrotters para parecer más
cosmopolitas. Finalmente, en 1932 adoptaron Harlem como denominación de
origen.
14.- Sherlock Holmes nunca
dijo: “Elemental, querido Watson”. En las novelas de Conan Doyle, el
famoso detective sí pronuncia la palabra “elemental”, pero nunca
acompañada por la mítica muletilla. La frase, tal y como la conocemos,
fue escrita para el guión de una película protagonizada por Basil
Rathbone en 1939.
15.- La guillotina no
es un invento francés, y su creador no fue el doctor Ignace Guillotin.
El revolucionario lo único que hizo fue proponerla como método oficial
de ejecución. Los romanos ya conocían y usaban la guillotina, y algunos
historiadores creen que fue inventada por el consul Titus Manlius,
quien, paradójicamente, acabó siendo ejecutado con ella.
16.- Van Gogh no se cortó una oreja; solo un pedacito del lóbulo izquierdo.
17.- María
Antonieta jamás pronunció la infame frase: “Si no tienen pan, que coman
pastel”, cuando un consejero le comentó las penalidades que pasaba el
pueblo de París. La historiadora Antonia Fraser ha descubierto que es un
bulo; quien dijo esa barbaridad fue una cortesana, madame de Montespan.
Así lo recogió Jean- Jacques Rousseau en su obra Confesiones, escrita
en 1768, precisamente dos años antes de que María Antonieta llegara a
Francia.
18.- La marcha de las mujeres estaba formada ¡por
hombres! Precisamente, la subida del precio del pan provocó en 1789 una
sublevación popular en París. Seis mil mujeres armadas con cuchillos y
hoces marcharon en señal de protesta hacia el palacio de Versalles,
dirigidas por Théroigne de Méricourt. Aunque en realidad las mujeres no
llegaban al centenar, y el resto eran varones disfrazados con ropas
femeninas.
19.- En la Bastilla
no había presos políticos. Para acabar con la Revolución Francesa, hay
que decir que en la mítica prisión parisina no estaba preso ningún
disidente. No había más que siete cautivos, todos aristócratas (entre
ellos el marqués de Sade), encarcelados por los llamados “delitos de
noble”: no pagar deudas, matar a un rival en un duelo…
20.- Bruce
Lee no fue el rey del kárate. De hecho, jamás practicó esa modalidad de
las artes marciales. El suyo era un estilo de lucha diferente conocido
como jun fan gung fu.
21.- Juana de Arco no era francesa.
La verdad es que la santa y heroína nació en Bar, una localidad del
ducado de Lorena que por aquel entonces era independiente.
22.- Circular
por la derecha no siempre ha sido lo normal. De hecho, en el Imperio
Romano se circulaba por la izquierda, una costumbre que se mantuvo en
toda Europa hasta la Revolución Francesa. El nuevo régimen instauró la
norma de hacerlo por la derecha, y Napoleón la impuso en el resto de Europa, salvo en Inglaterra, Suecia y los paises que no pudo conquistar.
23.- John
Ford no era tuerto. El parche se lo puso ocasionalmente en 1934 para
poder recuperarse de la operación de cataratas. A partir de entonces,
acostumbró a llevarlo en público como ex­centricidad, aunque
solía cambiárselo de ojo.
24.- Arturo nunca fue rey. En
realidad, fue un general romano llamado Lucio Artorius Casto, nombrado
prefecto para defender Bretaña de los bárbaros.
25.- Nunca
hubo once mil vírgenes. En una lápida de una iglesia de Colonia está
cincelada la leyenda de once mil doncellas asesinadas por los hunos de
Atila en el año 449. Jardiel Poncela ya se cuestionó en una de sus obras
que la auténtica cifra de vírgenes fuera tan elevada; y tenía razón, ya
que hoy sabemos que solo fueron once las jóvenes martirizadas hasta la
muerte por los bárbaros.
26.- Marco Polo no introdujo la
pasta en europa. Fueron los árabes, durante la invasión de Sicilia en el
año 669 (seiscientos antes del nacimiento del famoso viajero). El
historiador musulmán Al-Idri relató que los árabes instalados en la isla
comían los itriyah, unos fideos secos.
27.- El general Custer nunca
dijo aquello de: “El único indio bueno es el indio muerto”. El
verdadero autor de tan espantosa afirmación fue el general Philip O.
Sheridan.
28.- Robin Hood no era un bandido generoso, ni
robaba a los ricos para dárselo a los pobres. En realidad era un noble
llamado Robert Hood, que se sublevó contra el rey Ricardo II (y no
contra Juan “Sin Tierra”) para no pagar impuestos.
29.- Catalina
de Rusia no murió practicando el sexo con un caballo. La soberana
falleció de un infarto, pero la leyenda negra surgió a raíz del
descubrimiento de su colección privada de piezas eróticas, en las que no
faltaban escenas de zoofilia.
30.- Los piratas no enterraban sus tesoros.
O lo hacían demasiado bien, porque nunca ha aparecido ninguno. Lo
normal era que dilapidaran el botín de sus pillajes en las tabernas, los
burdeles y las casas de juego de la isla de la Tortuga.
31.- Adán y Eva nunca
comieron una manzana. Ya sabemos que solo es un mito, pero aun así, en
el Génesis no se menciona de qué fruto se trataba; únicamente se lee:
“... pero del fruto del Árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No
comeréis de él”. El mito de la manzana probablemente se deba a los
pintores renacentistas.
32.- Marlon Brando no
rechazó el Oscar que ganó por El padrino (1972). Pero mandó a recogerlo
en su lugar a una falsa india (en realidad era una mexicana
disfrazada), quien hizo un alegato en favor de los derechos de los
indígenas.
33.- El caballo blanco de Santiago, al final,
¡no era tan blanco! En el techo de la catedral de Compostela está
representada la imagen del santo a lomos de un ejemplar de piel castaña
con manchas negras.
34.- No existen los cementerios de
elefantes. La aparición de un gran número de osamentas de paquidermos en
un mismo lugar hizo que en el siglo XIX muchos exploradores
fan­tasea­sen sobre un mítico lugar al que los elefantes
se dirigían voluntariamente para morir. El misterio lo aclaró el
biólogo Rupert Sheldrake, quien explicó que lo que realmente ocurría es
que los ejemplares ancianos o enfermos de una misma manada se quedaban a
vivir cerca de los manantiales de agua y morían allí.
35.- “Si
la montaña no va a mahoma, Mahoma irá a la montaña.” Este proverbio no
pertenece a ningún texto sagrado islámico. Forma parte de una parábola
inventada por el filósofo británico Francis Bacon.
36.- Cortar
cabelleras no era una costumbre natural de los pieles rojas. La
copiaron de los franceses, que exigían a sus mercenarios presentar el
cuero cabelludo de cada indio muerto para poder cobrar la recompensa.
37.- Los
Reyes Magos no eran tres. El Evangelio según San Mateo solo menciona la
visita de unos magos de Oriente, pero no especifica su número, y ni
siquiera dice que fueran reyes.
38.- ”Y sin embargo, se
mueve.” No existe ninguna prueba que demuestre que Galileo realmente
murmurara esa frase al verse obligado a abjurar de sus teorías
científicas en 1633, tras ser juzgado por la Inquisición. Actualmente,
los historiadores creen que se la inventó el escritor y editor turinés
Giuseppe Baretti en un fantasioso libro titulado Biblioteca italiana
(1757).
39.- Los emperadores romanos no
levantaban ni bajaban el pulgar para decretar la muerte o el indulto de
un gladiador. Mostrar el puño cerrado era una señal de clemencia; pero
si sacaba el pulgar hacia un lado, estaba ordenando la ejecución del
perdedor.
40.- Al Capone odiaba los espaguetis y, por
extensión, casi todas las variedades de la pasta italiana. Lo contó en
su biografía el actor George Raft, especializado en papeles de gánster y
a quien Capone (gran admirador suyo) invitó una vez a cenar. ¡Y le
sorprendió con un menú de comida china!
41.- El motín del
Bounty no fue una revuelta contra la tiranía del capitán Blight. El
motivo fue menos noble: el oficial Fletcher Christian, de origen
aristocrático, enemistó a la tripulación contra el capitán porque no
soportaba que este le reclamara constantemente un dinero que le había
prestado.
42.- Julio César no nació por cesárea. Los
historiadores creen que no fue así, porque su madre murió cuando él ya
había cumplido los 30, en una época en la que las mujeres no solían
sobrevivir a esta operación. Lo que si es cierto es que dicha
intervención debe su nombre a una ley promulgada por César para que los
bebés fueran extraídos de los vientres de sus madres si estas fallecían a
partir del séptimo mes de gestación.
43.- Las orgías de
Tiberio son un mito. Suetonio relata que el emperador fijó su
residencia en Capri para huir de la corrupción de la nobleza romana.
Fuente: www.quo.es