A la hora de determinar una seta que
hemos recogido en el campo, es importante saber qué características nos
van a permitir su correcta identificación. En el momento de la
recolección tenemos que prestar atención a ciertos factores que se
aprecian mucho mejor cuando la muestra tiene la máxima frescura.
El aspecto externo de una seta,
dentro de una misma especie, puede ser muy variable según el momento de
desarrollo del ejemplar que estemos examinando. A menudo, cuando
comparamos nuestra muestra con la fotografía de una guía de campo, nos
pueden parecer muy diferentes, aun tratándose de la misma especie. Por
ello, lo ideal es recolectar diversos ejemplares de la muestra en
diferentes momentos de desarrollo, de manera que podamos apreciar los
cambios en el aspecto de la especie. En cualquier caso, siempre se
recolectaran los ejemplares enteros, sin cortar el pie, pues ciertas
características que se encuentran en la base del pie se perderían de no
hacerlo así.
Si no se va a estudiar la muestra
inmediatamente, procuraremos guardarla en las condiciones en que mejor
se mantenga, siendo lo ideal envolverlas holgadamente en un papel de
aluminio y dejarlas en la parte baja de la nevera, manteniéndose así
durante algunos días (según las especies). No es recomendable congelar
las setas para su estudio posterior, pues en cuanto comienzan a
descongelarse pierden la estructura y consistencia.
Por otra parte, hay que tener
especial cuidado con aquellas características que se aprecian bien en el
campo o con la seta recién cogida, ya que una vez en casa o en el
lugar en que se vaya a estudiar la muestra, estas características se
habrán perdido u olvidado, y a menudo, son muy importantes. Para evitar
esto, los datos deben anotarse en el momento de la recolección de la
muestra. En el desarrollo de este apartado, iremos señalando las
características que deben registrarse en fresco.
1.- Características ecológicas
Como en todos los seres vivos, cada
especie de hongo es el resultado de un proceso evolutivo que ha
conformado sus características propias en el marco de un determinado
ambiente, al que esta plenamente adaptado. Así, según el medio en que
nos hallemos, podemos saber que especies de hongos podremos encontrar.
Con mayor detalle, estas características son:
Hábitat.
Tipo de vegetación en la que hemos recogido la muestra: pradera,
pinar, encinar, robledal, etc., tipo de suelo, especialmente si es
calizo o siliceo, altitud, sustrato sobre el que crece el hongo,
tierra, madera, estiércol, etc. Si se trata de un tronco de un arbol o
de un tocón, de que clase de árbol se trata. Esta información debe
anotarse en el momento de la recolección de la muestra.
Helvella leucopus Suillus collinitus Terfezia claveryi
(alamedas) (pinares) (terrenos baldíos)
Época de aparición.
Este factor también se conoce como fenología. Basta con anotar la
fecha de recogida de la muestra, ya que cada especie tiene una
temporada característica de fructificación, en ocasiones bastante
estricta.
Trufa negra (invierno) Colmenilla (primavera) Amanita muscaria (otoño)
2.- Características anatómicas
En este punto, consideramos los
caracteres debidos a la morfología de la muestra. A nivel aficionado,
únicamente se suelen considerar los apreciables a simple vista o con
una lupa de campo, macroscópicos, , aunque al profundizar en el tema,
se suelen considerar tambien las características microscópicas
Aunque las setas típicas tienen forma de “paraguas” con un sombrero
(o píleo) sostenido por un pie (o estipe), las fructificaciones de los
hongos (que no son otra cosa que las setas) pueden tener formas muy
diversas:
globosas ramificadas copas mazudas
Características macroscópicas.
Se refieren a aspectos de anatomía de la seta. En este caso, es
importante estudiar la muestra en el mejor estado posible, pues la
manipulación tiende a degradar características diferenciales e incluso a
eliminarlas. Para evitar esto, las setas deben manipularse lo menos
posible, evitando arrastrar con su manejo estructuras frágiles con
valor taxonómico como anillos o cortinas (por lo que hay que tener
especial cuidado en no coger las muestras por el pie).
Los caracteres macroscópicos más utilizados son:
Sombrero
Forma
: aplanado, embudado, convexo, cónico, hemisférico, etc.
aplanado embudado convexo cónico
Tamaño: puede variar extraordinariamente dentro de la misma especie, pero normalmente dentro de un cierto rango.
Color
: puede ser también muy variable dentro de una misma especie.
Cutícula
: o piel del sombrero, puede ser viscosa, con escamas, fibras, grietas, zonaciones (bandas concéntricas), etc.
Margen
:
borde del sombrero, en algunos casos es estriado, debido a que se
transparentan las láminas debido a la delgadez del sombrero, en otros
casos presentan flecos o mechones, ondulaciones, hendiduras, etc.
Himenio
Parte fértil de la seta donde se producen las esporas
Tipo
: básicamente
pueden ser láminas, tubos, agujas, pliegues o liso. La mayor
diversidad y dificultad de identificación se encuentra en las setas con
láminas, siendo también el grupo que presenta mayor interés para el
aficionado a la micología.
tubos agujas pliegues láminas
Disposición respecto al pie: se
utiliza básicamente para himenios laminares, hace referencia a la
inserción del himenio con el pie. Es una importante característica
taxonómica, muy útil. Las láminas pueden ser:
- Libres:
no se unen al pie, sino que finalizan en el disco central del sombrero (ejemplo: géneros Agaricus y Lepiota)
- Adnatas:
se unen al pie, formando un ángulo recto, como ocurre en muchas llanegas (género Hygrophorus) o en las rúsulas (género Russula).
- Escotadas:
antes de unirse al pie, las láminas caen formando un pequeño escalón o collar, por ejemplo, en los tricolomas (género Tricholoma) o en las setas de cañeja (género Melanoleuca).
- Decurrentes:
las láminas, unidas al pie, se van estrechando progresivamente hacia la base del pie, es el caso de la seta de cardo (género Pleurotus) o en muchos clitocibes (género Clitocybe).
En un mismo género pueden existir especies con diferentes tipos de
inserción de las láminas, por ejemplo adnatas y decurrentes, como
ocurre en los géneros Hygrophorus y Clitocybe.
libres adnatas escotadas decurrentes
Color: muy
a menudo, y especialmente en las setas con láminas, coincide el color
de las láminas maduras con el color de las esporas, por lo que suele
ocurrir que la coloración del himenio varíe con la maduración de las
esporas. Por ejemplo:
En la seta de chopo (Agrocybe aegerita), el himenio joven es blanquecino, oscureciéndose hasta marrón conforme maduran las esporas.
En los champiñones (género Agaricus), las láminas jóvenes son rosadas, tornándose luego marrones y finalmente negras que es el color de las esporas maduras.
En los pluteales (géneros Entoloma, Clitopilus y Volvariella), las láminas se vuelven rosadas en la madurez.
Densidad
: se emplea para setas con láminas, que pueden ser muy densas (género Agaricus o Collybia, por ejemplo) o espaciadas (género Marasmius), esta característica se aprecia mejor por comparación entre diferentes setas.
Collybia Marasmius
Arista: filo de las láminas, puede estar aserrado o presentar un color diferente al resto de la lámina.
Pie
Forma
: puede ser cilíndrico, mazudo (con forma de porra), estrechado en la base, etc…
Tamaño:
varía según varíe el tamaño de la seta, pero es importante fijarse en
la proporción que guarda con respecto al sombrero, un pie corto tendrá
una longitud inferior al diámetro del sombrero mientras que un pie largo
será más largo que le diámetro del sombrero.
Anillo:
ciertas setas presentan en sus fases juveniles una membrana, llamada
velo parcial, que recubre el himenio, extendiéndose desde el borde del
sombrero hasta el pie. Al crecer la seta, esta membrana se rompe,
quedando sus restos en forma de un anillo o faldita sobre el pie. En
ocasiones, el velo parcial parte desde la base del pie, por lo que
apreciamos que el anillo no es sino la prolongación de una especie de
calcetín que recubre toda la parte inferior del pie (por ejemplo, en el
género Cystoderma). En otros casos, el velo parcial es filamentoso, por lo que hablamos de cortina.
cortina anillo anillo y volva
Volva: en algunas setas, como las amanitas (género Amanita),
las setas inmaduras, con aspecto de huevo, están recubiertas de una
piel o membrana llamada velo universal, al desarrollarse la seta, esta
piel se rompe, quedando un saquito en la base del pie llamado volva. De
este mismo velo universal pueden quedar restos sobre la cutícula del
sombrero en forma de escamas.
Otras características del pie: si el pie presenta huecos en su interior decimos que es cavernoso (género Gyroporus), mientras que si en su superficie presenta grandes huecos, se llama lacunoso (ejemplo Helvella lacunosa), los pies con hoyitos en su superficie se dice que están escrobiculados, como es el caso del guíscano (Lactarius deliciosus). Hebeloma sinapizans presenta
el centro del pie hueco, con una lengüeta característica. Es también
importante la textura de la carne del pie, granulosa en los rusulales
(géneros Russula y Lactarius) y fibrosa en la mayoría de setas con láminas o incluso muy fibrosa como ocurre en las lacarias (género Laccaria) o en la senderuela (Marasmius oreades), Algunas setas presentan el pie hueco como las colibias (género Collybia).
Características microscópicas
Se basan en el estudio al microscopio de
elementos de la muestra con valor diferencial como las esporas, de las
que se estudia su tamaño, forma, ornamentación... y otras células como
los cistidios. Debido a su tamaño, de unos pocas milésimas de milímetro
(micras), son necesarios varios cientos de aumentos para poder ver las
esporas.
3.- Características organolépticas
Aunque todas las características se
aprecian a través de los órganos de los sentidos, con este nombre se
consideran aspectos característicos de los hongos percibidos
sensorialmente, pero excluyendo la percepción visual de la muestra.
Olor
Muchas setas presentan olores propios,
detectables sobre todo en fresco, recién recolectada la muestra. A
menudo estos olores son similares a olores reconocibles, bien definidos
como anís, almendras amargas, harina, lejía, coco, etc., pero en otras
ocasiones, aunque el olor es característico de la seta, es difícil de
relacionar con un olor patrón bien identificado.
Ejemplos:
Olor a anís: Clitocybe odora, Agaricus sylvicola
Olor a almendras amargas: Hygrophorus agathosmus
Olor harinoso: Clitopilus prunulus, Calocybe gambosa…
Olor a yodo: Agaricus gr. xanthoderma
Olor espermático: Inocybe spp.
Olor “a escleroderma”: Scleroderma spp. Lepiota gr. cristata
Sabor
Probar un pequeño fragmento de una seta para
apreciar su sabor no entraña ningún riesgo, aunque fuera una especie
tóxica, pues la cantidad necesaria es mínima y bastará con escupirla
después de haberla degustado. En este caso, esta prueba debe hacerse con
material recién recolectado, pues si no, el resultado puede variar.
Entre los sabores que definen las setas, los hay dulces, amargos,
picantes, etc.
Ejemplos:
Sabor amargo: Hypholoma fasciculare, Sarcodon scabrosus, Leucopaxillus gentianeus
Sabor picante: Russula spp., Lactarius controversus
Sabor “a verdura”: Lyophyllum decastes
4.- Características químicas
Los hongos, como todos los seres
vivos, presentan una composición química compleja, que, en ocasiones,
puede utilizarse en la determinación de especies.
Principalmente consideraremos dos casos:
Virajes y oxidaciones.
Algunas setas contienen sustancias que cambian
de color al entrar en contacto con el aire. Esto se aprecia haciendo un
corte en la muestra, en el que, en ocasiones, se observa que el corte
va cambiando gradualmente de color. En otros casos, los cambios de
color se observan en los puntos en los que se ha manipulado la seta,
Cuando se trata de una seta con látex (género Lactarius), es
muy importante observar el color del látex en fresco y el viraje de
color que se puede producir al oxidarse. Estas características deben
estudiarse sobre todo en muestras recién recogidas.
Ejemplos: en el género Agaricus (champiñones), encontramos especies que enrojecen (rubescentes) y que amarillean (lutescentes), en muchos Boletus
la carne azulea al corte. A menudo de forma espectacular. Es muy
conocida popularmente la oxidación que se produce en los guíscanos (Lactarius sección Dapetes) en los que pasa el látex de colores rojos o naranjas a verdes al oxidarse.
Uso de reactivos químicos
A nivel de laboratorio, existen reactivos que
se utilizan para diferenciar unas especies de otras. Son poco usados a
nivel aficionado, aunque en la bibliografía micológica se suelen citar.
Algunos son: acetocarmín, Ácido clorhídrico, Ácido sulfúrico, Azul de
algodón, Azul de metileno, Hidróxido de potasio, Reactivo de Schäffer,
Reactivo de Henry, Reactivo de Melzer
5.- Otras características
Forma de crecimiento
Si crece formando grandes grupos, pequeños grupos, céspedes, corros, solitarios, etc.
En grandes grupos En corros o hileras
Pleurotus ostreatus Clitocybe geotropa
Esporada
Coloración producida por las esporas en masa,
que, en las setas maduras, se van depositando bajo el sombrero,
formando una mancha que en el campo se aprecia en la hojarasca, en
setas que quedan por debajo, en anillos o en curvas del pie, etc.,
mientras que en casa, también se puede estudiar fácilmente, depositando
el sombrero sobre un papel que se tiña con la esporada, siendo lo más
adecuado una hoja mitad negra y mitad blanca, colocando la muestra en
el centro, de manera que sea cual sea el color de la esporada se puede
detectar por contraste sobre uno de los dos colores del papel. También
se puede utilizar un cristal.
Localización de la esporada
Fuente: www.dipualba.es