En un vaso de agua lleno hasta el borde, flota un cubo de hielo. ¿Qué
ocurrirá al fundirse el hielo? ¿Bajará el nivel del agua?, ¿rebosará
parte del agua?, ¿no se modificará el nivel?.
El cubito de hielo flota en el agua porque el peso del mismo iguala a la fuerza que el agua realiza hacia arriba.
Según el principio de Arquímedes, la fuerza que hace el agua es igual al peso del agua desalojada por el cubo de hielo.
De lo afirmado en los dos párrafos anteriores se deduce que el
cubito de hielo pesa lo mismo que el agua que desaloja. Por lo tanto
cuando se funda, el agua resultante ocupará exactamente el hueco que
dejo hielo.
"Se trata de dos
hermosos jóvenes que se pusieron de novios cuando ella tenía trece y él
dieciocho. Vivían en un pueblito de leñadores situado al lado de una
montaña. Él era alto, esbelto y musculoso, dado que había aprendido a
ser leñador desde la infancia. Ella era rubia, de pelo muy largo, tanto
que le llegaba hasta la cintura; tenía los ojos celestes, hermosos y
maravillosos..
La historia cuenta que habían noviado con la
complicidad de todo el pueblo. Hasta que un día, cuando ella tuvo
dieciocho y él veintitrés, el pueblo entero se puso de acuerdo para
ayudar a que ambos se casaran.
Les regalaron una cabaña, con una
parcela de árboles para que él pudiera trabajar como leñador. Después de
casarse se fueron a vivir allí para la alegría de todos, de ellos, de
su familia y del pueblo, que tanto había ayudado en esa relación.
Y
vivieron allí durante todos los días de un invierno, un verano, una
primavera y un otoño, disfrutando mucho de estar juntos. Cuando el día
del primer aniversario se acercaba, ella sintió que debía hacer algo
para demostrarle a él su profundo amor. Pensó hacerle un regalo que
significara esto. Un hacha nueva relacionaría todo con el trabajo; un
pulóver tejido tampoco la convencía, pues ya le había tejido pulóveres
en otras oportunidades; una comida no era suficiente agasajo...
Decidió
bajar al pueblo para ver qué podía encontrar allí y empezó a caminar
por las calles. Sin embargo, por mucho que caminara no encontraba nada
que fuera tan importante y que ella pudiera comprar con las monedas que,
semanas antes, había ido guardando de los vueltos de las compras
pensando que se acercaba la fecha del aniversario.
Al pasar por
una joyería, la única del pueblo, vio una hermosa cadena de oro expuesta
en la vidriera. Entonces recordó que había un solo objeto material que
él adoraba verdaderamente, que él consideraba valioso. Se trataba de un
reloj de oro que su abuelo le había regalado antes de morir. Desde
chico, él guardaba ese reloj en un estuche de gamuza, que dejaba siempre
al lado de su cama. Todas las noches abría la mesita de luz, sacaba del
sobre de gamuza aquel reloj, lo lustraba, le daba un poquito de cuerda,
se quedaba escuchándolo hasta que la cuerda se terminaba, lo volvía a
lustrar, lo acariciaba un rato y lo guardaba nuevamente en el estuche.
Ella
pensó: "Que maravilloso regalo sería esta cadena de oro para aquel
reloj." Entró a preguntar cuánto valía y, ante la respuesta, una
angustia la tomó por sorpresa. Era mucho más dinero del que ella había
imaginado, mucho más de lo que ella había podido juntar. Hubiera tenido
que esperar tres aniversarios más para poder comprárselo. Pero ella no
podía esperar tanto.
Salió del pueblo un poco triste, pensando
qué hacer para conseguir el dinero necesario para esto. Entonces pensó
en trabajar, pero no sabía cómo; y pensó y pensó, hasta que, al pasar
por la única peluquería del pueblo, se encontró con un cartel que decía:
"Se compra pelo natural". Y como ella tenía ese pelo rubio, que no se
había cortado desde que tenía diez años, no tardó en entrar a preguntar.
El
dinero que le ofrecían alcanzaba para comprar la cadena de oro y
todavía sobraba para una caja donde guardar la cadena y el reloj. No
dudó. Le dijo a la peluquera:
- "Si dentro de tres días regreso para venderle mi pelo, ¿usted me lo compraría?"
- "Seguro", fue la respuesta.
- "Entonces en tres días estaré aquí."
Regresó a la joyería, dejó reservada la cadena y volvió a su casa. No dijo nada.
El
día del aniversario, ellos dos se abrazaron un poquito más fuerte que
de costumbre. Luego, él se fue a trabajar y ella bajó al pueblo.
Se
hizo cortar el pelo bien corto y, luego de tomar el dinero, se dirigió a
la joyería. Compró allí la cadena de oro y la caja de madera. Cuando
llegó a su casa, cocinó y esperó que se hiciera la tarde, momento en que
él solía regresar.
A diferencia de otras veces, que iluminaba la
casa cuando él llegaba, esta vez ella bajó las luces, puso sólo dos
velas y se colocó un pañuelo en la cabeza. Porque él también amaba su
pelo y ella no quería que él se diera cuenta de que se lo había cortado.
Ya habría tiempo después para explicárselo.
Él llegó. Se
abrazaron muy fuerte y se dijeron lo mucho que se querían. Entonces,
ella sacó de debajo de la mesa la caja de madera que contenía la cadena
de oro para el reloj. Y él fue hasta el ropero y extrajo de allí una
caja muy grande que le había traído mientras ella no estaba. La caja
contenía dos enormes peinetones que él había comprado... vendiendo el
reloj de oro del abuelo.
Si ustedes creen que el amor es
sacrificio, por favor, no se olviden de esta historia. El amor no está
en nosotros para sacrificarse por el otro, sino para disfrutar de su
existencia."
“Yo nací el año 1904 y antes de 1914 comencé a
escribir mis primeras poesías. Los largos inviernos del sur se metieron
hasta las médulas de mi alma y me han acompañado por la tierra. Para
escribir me hacía falta el vuelo de la lluvia sobre los techos, las alas
huracanadas que vienen de la costa y golpean los pueblos y montañas y
ese renacer de cada mañana, cuando el hombre y sus animales, su casa y
sus sueños, han estado entregados durante la noche a una potencia
extraña, silbadora y terrible. Para escribir también me hicieron falta
por el mundo las goteras. Las goteras son el piano de mi infancia. Mi
padre siempre hablaba de comprar un piano que, además de permitir a mis
tías tocar mi adorado vals “Sobre las olas”, pondría sobre nuestra
familia ese título inexpresablemente distinguido que da la frase “tiene
un piano”. Mi padre, en los momentos que le dejaba libre su vida de
movilidad perpetua, porque era conductor de trenes, llegaba hasta medir
las puertas por donde iba a pasar aquel piano que nunca llegó. Pero el
gran piano de las goteras duraba todo el invierno. A la primera lluvia,
se descubrían nuevas goteras de voz dulce que venían a acompañar a las
viejas goteras. Mi madre repartía sus cachorros, lavatorios, jarros
lecheros y otros artefactos. Cada uno daba un sonido distinto, a cada
uno le llegaba del cielo tempestuoso un mensaje diferente y yo
distinguía el sonido claro de un lavatorio de fierro enlozado del opaco y
amargo de un balde abollado. Esa es casi toda la música, el piano de mi
infancia, y sus notas, digamos, sus goteras, me han acompañado donde me
ha tocado vivir, cayendo sobre mi corazón y sobre mi poesía”.
El
Piano de Neruda te hace sentir los sonidos de los días, de las lluvias
torrenciales del sur de Chile, y recordar la historia del piano que el
padre nunca le dio.
Las
otras historias te llevan a viajar por planetas siderales y lugares
cordilleros, donde el respeto, el cuidado y el amor a la naturaleza se
manifiestan a lo largo de los relatos.
Esta obra sin duda es un claro ejemplo de literatura, de buena literatura. Sin embargo, ¿el piano nos puede dar algo más que buena literatura?
No respondo a este interrogante con frases, respondo con un video que permita a todos y a cada uno de vosotros dar su propia respuesta...
Curiosidades sobre el piano
Bartolomeo Cristofori, fabricante italiano de instrumentos musicales, fue quien inventó el piano en 1698.
Hay más de 12000 piezas en un piano de cola, de las cuales 10000 están en movimiento.
La palabra piano es una abreviatura de la palabra italiana pianoforte.
Hay 230 cuerdas dentro de un piano normal.
El Steinway D-274 se describe generalmente como la primera opción de la mayoría de los pianistas de concierto.
Más del 90% de los pianos de concierto en todo el mundo son grandes D-274s.
El piano es conocido con "El rey de los instrumentos".
La tensión total de las cuerdas en un piano de cola de concierto es cerca de 30 toneladas.
En el sistema de clasificación de instrumentos Hombostel-Sachs, los pianos se consideran conrdófonos.
El piano es un instrumento esencial en la música occidental clásica, el jazz, el cine, la televisión, y la mayoría de otros géneros musicales occidentales.
Yamaha Corporation, establecida en 1887, fue el primer fabricante de pianos de Japón.
Algunos de los compositores mas importantes de obras para piano son
Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven y Frédéric Chopin.
Las marcas mas reconocidas de piano incluye fabricantes como Petrof,
Bösendorfer, Broadwood, Fazioli, Feurich, Pleyel, Samick, Schimmel,
Steingraeber and Söhne, Steinway and Son, Heintzman, Baldwin, Bechstein,
Blüthner, Stuart and Sons y Yamaha.
Uno de los antecesores del piano como instrumento musical es la cítara, originario de África y Asia.
El primer concierto para piano fue realizado por Henry Walsh en Dublín, Irlanda en 1976.
Orígenes
En el siglo XVIII apareció en escena un instrumento
que sorprendió a los músicos: el pianoforte, al que habitualmente llamamos
piano. Fue creado en Florencia, hacia 1709, por el constructor de clavicordios Bartolomeo
Cristofori (1655-1731). Este constructor, sin embargo, debió verle poco futuro a su creación, pues
murió sin estar demasiado convencido de su valía. En cualquier caso, el invento sí que prosperó. El pianoforte sustituyó a sus antecesores,
el clavicordio y el clavecín o clave, con los que no se podían producir grandes contrastes de intensidad. En su lugar, el pianoforte
ofrecía la ventaja de poder tocar suave
o fuerte, es decir, piano o forte; de ahí proviene su nombre.
Características
El piano moderno tiene siete partes fundamentales:
1. Una caja de resonancia.
2. Un bastidor de acero al que se
sujetan las cuerdas.
3. Una tabla armónica, que es una
pieza delgada de madera, situada debajo de las cuerdas, que refuerza la sonoridad.
4. Las cuerdas. No todas las
cuerdas son iguales. A cada tecla grave sólo
corresponde una cuerda, de mayor grosor y revestida de cobre. Las cuerdas
medias, más finas, son dobles (están agrupadas a pares) y las restantes,
agudas, que son las más cortas, son triples (es decir, que hay tres cuerdas por
cada
tecla).
5. Un teclado de entre 85 y 88 teclas,
según los modelos.
6. El mecanismo del piano,
compuesto por un sistema de palancas que mueven los macillos y los apagadores.
7. Los pedales, que se accionan
con los pies. El pedal fuerte (derecho) mantiene levantados los apagadores para
que las cuerdas continúen vibrando y, por tanto, sonando cuando las teclas se
han dejado de pulsar.
El izquierdo (pedal de sordina) levanta una palanca que acerca los
macillos a las cuerdas,
de modo que estos las golpeen con más suavidad.
Cómo funciona un piano
El piano tiene una serie de palancas que conectan cada tecla con
un macillo.
Al apretar una tecla se
levanta el apagador y el macillo golpea la cuerda. Según la fuerza con la que se presione la tecla, el sonido será más fuerte o más
suave.
Al soltar la tecla las
palancas hacen descender el macillo y el apagador vertical. El sonido de la nota se desvanece cuando el apagador toca la cuerda y detiene
su vibración.
A lo
largo de la historia han existido diferentes tipos de pianos, pero los más
comunes son el piano de cola y el piano vertical o de pared. Los pianos
de cola son usados habitualmente en los conciertos.
Se
construyen en varios tamaños, desde el gran cola (de 2,69 cm. de largo),
hasta el colín (de menos de 1,8 metros). Los de pared son los preferidos
para el uso doméstico, ya que ocupan menos espacio.
En la
actualidad también se utilizan pianos electrónicos. Aunque tienen la
misma apariencia del piano, la diferencia es que no dispone de cuerdas, puesto
que el sonido se genera electrónicamente.
Fabricantes de pianos
La
marca de pianos más famosa del mundo es la estadounidense Steinway,
constructores desde el siglo XIX. En la casa Steinway los pianos se siguen
construyendo, en la medida de lo posible, de forma artesanal. Se fabrican en
Nueva
York y Hamburgo (Alemania) unas 5.000 unidades cada año, mientras una marca más
popular, como Yamaha, puede llegar a construir hasta 200.000 unidades
anuales.
Un
piano de cola se compone de unas 12.000 piezas ensambladas y revisadas
manualmente; el proceso de construcción de un Steinway dura unos tres años.
Aunque
Steinway, seguida de Yamaha, es la marca más popular, muchos pianistas
elegirían sin dudarlo el piano Bösendorfer si pudieran pagar su elevado precio.
El
Bösendorfer, en lugar de 88 teclas, tiene 96, y para muchos es el mejor piano
que existe.
¿Sabías que…?
...en el
siglo XVIII y XIX muchos compositores tocaban sus propias obras al piano y
eran verdaderos virtuosos, entre ellos, Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig
van Beethoven, Robert Schumann y su mujer, Clara Wieck Schumann
(que
tocaba las obras de su esposo y también algunas que ella misma componía), Franz Liszt y
Frédéric Chopin.
...hace unos cuantos decenio, a mediados del siglo XVIII comenzaron a construirse un tipo de pianos distintos a los habituales, los "pianos jirafa".
La cola se levantaba quedando en vertical y, por tanto, ocupando mucho
menos espacio en los salones de las casas burguesas. Durante el romanticismo
se pusieron de moda, pero su éxito duró más bien poco pues su mala
acústica les relegó a un segundo plano frente a los pianos de cola
tradicionales.
Franz Liszt (1811-1886) fue un espléndido pianista, unode los llamados virtuosos. Abundan los testimonios de la gran cantidad de público que asistía a sus conciertos. También hay muchas caricaturas que transmiten esa imagen de “ hombre -araña”' que prácticamente consigue multiplicar sus brazos, manos y dedos al tocar.
Franz Robert Schumann
(1810-1856) admiraba el virtuosismo de Liszt en el piano.
Alguna vez comentó: “ sus dedos parecen alargarse y encogerse por un
resorte y, a veces, separarse de sus manos”. Como él también quería convertirse
en un virtuoso, a los 22 años tuvo la descabellada idea de independizar los movimientos
del cuarto dedo (el anular). Para conseguirlo, inventó y construyó una pieza de
madera que sujetaba ese dedo mientras tocaba con los demás. Su idea tuvo un
resultado trágico, ya que lo único que consiguió fue destrozarse la mano para
siempre. Esto le obligó a abandonar su carrera como pianista y dedicarse exclusivamente
a componer.
Pianistas de jazz
En la historia
del jazz también han existido grandes virtuosos del piano. Entre ellos, Scott Joplin (1868?-1917), Duke Ellington
(1899-1974), Art Tatum (1909-1956) o Keith Jarrett (1945 --).