"A Diamond is Forever ", o traducido “Un diamante es para siempre”. Esta
frase, insuperable ejemplo de publicidad engañosa, fue lanzada en 1948 y
ha sobrevivido hasta nuestros días como una de las más exitosas campañas publicitarias de todos los tiempos. Pero, ya en 1772, Antoine-Laurent de Lavoisier demostró que era muy fácil de destruir. Así que, ¿Qué es realmente un diamante?
Dicen que son los mejores amigos de la mujer… dicen que son eternos… dicen que son muy caros…
Bien, estoy de acuerdo con lo último y, pudiera ser que la primera
afirmación sea verdad en algunos casos de vanidad extrema, pero... definitivamente los diamantes pueden ser convertidos en simple y
negro humo.
La forma alotrópica estable del carbono, en condiciones
atmosféricas es el grafito y no el diamante. Por tanto, de una forma estricta, el eslogan “un diamante es para siempre”
sería falso, ya que en condiciones atmosféricas el diamante se irá
transformando en grafito. Sin embargo, la transformación del diamante
a grafito es tan lenta que no es posible detectarla a escala humana.
El carbono es un elemento que presenta cuatro formas alotrópicas: el
grafito (la más estable en condiciones normales), el diamante, el
carbono amorfo y el fulereno. Lo que distingue estas cuatro formas es la
organización en el espacio de los átomos de carbono, lo que hace que
las propiedades físicas sean muy diferentes. Y es que aunque la
composición química del grafito y del diamante sea la misma (únicamente
carbono), el aspecto (o, si queréis, la estética) es absolutamente
distinta.
El
diamante es, de lejos, la gema más codiciada del mundo. El precio, ni
que decir tiene, tampoco se parece en nada. Con el dinero que
necesitaríamos para comprar un solo diamante pequeño, de un quilate (es
la unidad de medida empleada en piedras preciosas y equivale a 205
miligramos), nos darían unas 27.000 unidades de minas de lápices.
La composición del diamante es exactamente igual que la de la mina de un lápiz (pero con una disposición diferente de los átomos)
Grafito y diamante son las principales
formas alotrópicas del
carbono. En el caso del grafito los átomos de C presentan una
hibridación sp2, lo que quiere decir que cada átomo se encuentra enlazado con otros 3 mediante un enlace
covalente, formando estructuras laminares. En el diamante, sin embargo, los átomos de C presentan una
hibridación sp3,
uniéndose cada uno de ellos a otros 4 átomos de C mediante un enlace
covalente y formando una estructura tridimensional. Así, el grafito es
uno de los materiales más blandos, dado que las uniones entre planos
grafíticos son muy débiles y es fácilmente exfoliable. Sin embargo, el
diamante es la sustancia más dura
que se conoce debido precisamente a esa estructura tridimensional de
enlaces covalentes. De hecho, el término diamante proviene de la palabra
griega adamas que significa “el invencible”, por la dureza del mineral.
En 1772, Lavoisier realizo un experimento para intentar determinar la
naturaleza del diamante. Debido al alto precio de los diamantes fue
necesario hacer una colecta entre varios científicos para comprar uno.
Lo colocó en un recipiente cerrado y concentró sobre el mismo la
radiación del sol, utilizando una lupa. Una vez calentado a unos 800
grados el diamante ardió y se vaporizó convertido en CO2 puro.
Efectivamente, el diamante esta compuesto de carbono, al igual que la mina de un lápiz, pero con distinta estructura cristalina. El gráfico superior pertenece al diamante y el inferior al grafito, según aparecen en Wikipedia. Son lo que se conoce como alótropos. Por cierto que, puestos a comparar, una romántica vela puede alcanzar los 1600 grados de temperatura.
Otras gemas como rubís, zafiros o esmeraldas son una alternativa perfectamente valida para el día de San Valentín. Poseen menor dureza superficial pero, a cambio, no corren el riesgo de dañarse por el calor. Y aunque ahora son más abundantes que el diamante, y por tanto con menor precio, eso no tiene porque durar para siempre. En 2004 se anuncio el descubrimiento a 50 años luz de la Tierra de una estrella llamada BM 37093. Es una enana blanca (un tipo de estrella degenerada tras agotar el hidrogeno) y se piensa que es un enorme diamante de 4000 kilómetros de diámetro. Lástima que pille un poco lejos. Habrá que confiar en que mejoren las técnicas para producirlos artificialmente en la Tierra.
Efectivamente, el diamante esta compuesto de carbono, al igual que la mina de un lápiz, pero con distinta estructura cristalina. El gráfico superior pertenece al diamante y el inferior al grafito, según aparecen en Wikipedia. Son lo que se conoce como alótropos. Por cierto que, puestos a comparar, una romántica vela puede alcanzar los 1600 grados de temperatura.
Otras gemas como rubís, zafiros o esmeraldas son una alternativa perfectamente valida para el día de San Valentín. Poseen menor dureza superficial pero, a cambio, no corren el riesgo de dañarse por el calor. Y aunque ahora son más abundantes que el diamante, y por tanto con menor precio, eso no tiene porque durar para siempre. En 2004 se anuncio el descubrimiento a 50 años luz de la Tierra de una estrella llamada BM 37093. Es una enana blanca (un tipo de estrella degenerada tras agotar el hidrogeno) y se piensa que es un enorme diamante de 4000 kilómetros de diámetro. Lástima que pille un poco lejos. Habrá que confiar en que mejoren las técnicas para producirlos artificialmente en la Tierra.
Se supone que los primeros diamantes fueron
encontrados en la India a principio del año 1.000 d.C. La India se
convirtió el más importante proveedor de diamante hasta el siglo XVIII.
Desde aproximadamente el año 1.650 Borneo, donde los diamantes
se han ido encontrando desde el comienzo de nuestra era, el país ha
sido un proveedor de diamantes para la industria del diamante holandesa.
¿Holanda? Si, pues en Holanda podemos encontrarnos una pieza
fundamental del sector del diamante en el mundo. He aquí algunas otras
curiosidades más sobre las piedras más brillantes y valiosas.
El 1725, los diamantes se descubrieron también en Brasil, luego en
1829 se encontraron yacimientos en Rusia, en Australia en 1851, en
Sudáfrica en 1866 y, finalmente, en Siberia del este en 1948.
A principios del siglo XXI, los diamantes
habían sido hayados en más de 20 países alrededor del mundo, sin
embargo, la mayoría fuera de los continentes de Europa o a la Antártida.
Del total de la producción mundial de diamantes, el 20 por ciento es usado en joyería pero, curiosamente, el resto también es usado en aplicaciones industriales. No sólo los propios diamantes son localizados en lugares muy concretos del planeta tierra, también el propio arte de la joyería en diamantes
y de su corte, sólo está localizada en un número muy limitado y
concreto de ciudades que cuentan con industria y profesionales
especializados.
De todas maneras, la utilización de los diamantes en joyería sólo
supone el 20 por ciento de la producción total de diamantes, porque el
resto tiene propósitos industriales. Desde la revolución industrial en
el siglo XIX, los diamantes han tenido un gran valor para multitud de
aplicaciones industriales tales como: discos de pulido, taladro,
cinceles o aplicaciones extremadamente delgadas y precisas utilizadas
para instrumental médico.
Lamentablemente, este valor industrial del diamante está cada vez más en desuso y los nuevos recambios ya se producen con diamantes artificiales. Hoy en día del 95 al 99 por ciento de los diamantes que son usados en la industria son sintéticos.
Dureza y pureza
En el diamante cada átomo de carbono está
enlazado con otros cuatro átomos de carbono formando así una red
tridimensional. Es de las sustancias más duras que se conocen y, de
hecho, encabeza el ranking en la escala de dureza de Mohs.
Los
cristales de diamante son habitualmente incoloros, si bien la presencia
de impurezas (sobre todo nitrógeno y boro), así como la existencia de
vacantes de oxígeno o defectos estructurales los dota también de sutiles
tonos amarillentos, rosados, azules, rojos y verdes. Las impurezas (que
los científicos denominan dopantes) hacen cambiar las propiedades
eléctricas del diamante, que puede pasar de ser aislante (no conduce la
corriente eléctrica) en ausencia de impurezas a semiconductor (puede
conducir la corriente si se le aplica un campo eléctrico apropiado).
Los mayores diamantes
El peso de un diamante se mide en quilates (1qt = 0,2
g) y su precio suele aumentar con el número de quilates. El diamante más grande
de todos es el Cullinan, descubierto en la mina Premier de Suráfrica en
1905. El Cullinan pesaba 3.106 quilates antes de ser cortado. Cuando se
talló se produjeron 105 gemas con un peso total de 1.063 quilates. El mayor era
una piedra con forma de gota llamada la Estrella de África que,
con 530,2 quilates, es el diamante tallado más grande del mundo. En la
actualidad está engastado en el cetro real británico. Sin embargo este diamante
podría ser de dimensiones despreciables si tenemos en cuenta que algunos
astrónomos han planteado la posibilidad de que existan planetas que podrían
tener gruesas capas de diamantes debajo de su superficie. Ese tipo de planeta
se desarrollaría de forma distinta a la Tierra, Marte y Venus, denominados
planetas de silicato, en su mayoría constituidos por complejos de silicio-oxígeno.
Los planetas de carbono podrían haberse condensado a partir de un disco gaseoso
rico en carbono o muy poco oxígeno, formándose carburos y grafitos en lugar de
silicatos. Por otro lado, el grafito se convertiría en diamante bajo las
presiones elevadas y potencialmente formaría capas de diamantes de un grosor de
varios kilómetros. Los Planetas que orbitan el pulsar PSR 1257+12 pueden ser
planetas de carbono. Otros buenos candidatos para planetas de carbono pueden
estar ubicados cerca del centro de la galaxia, donde las estrellas tienen más
carbono que el sol.
Tradicionalmente la síntesis de diamante
sintético se realizaba por medio de técnicas que implicaban el uso de altas
presiones (> 100000 at.) y altas temperaturas (> 1000ºC). Estas técnicas
utilizan un líquido orgánico como fuente de carbono y un metal como catalizador
(Si, Ti, Nb, Ta, W + Co). Bajo ciertas condiciones de presión y temperatura, el
diamante precipita como una fase en equilibrio.
Por
contra, para preparar diamante películas de diamante sintético a bajas
presiones y temperaturas moderadas se han desarrollado diverso métodos basados
en depositito químico en fase de vapor (del inglés carbón vapor deposition
CVD). Las técnicas más comúnmente utilizados para preparar diamante
monocristalino incluyen varios tipos de descarga por plasma, filamentos
incandescentes, llamas de combustión, láseres de alta potencia etc. En estos
métodos, los gases que contienen carbono (CH4, C2H6, C6H6, etc.) son
fragmentados, en presencia de H2, en especies atómicas o moleculares (neutras o
ionizadas) por el plasma, el filamento incandescente o la llama. Utilizando
estos métodos es posible formar capas de diamante monocristalino y
policristalino (con tamaño de grano del orden de varios manómetros a algunas
micras) a temperaturas que varían entre 700 y 1000°C y a presiones (del
gas utilizado) menores a una atmósfera. La dureza de los recubrimientos de
diamante micro-cristalino varía entre 30 y 60 GPa, según el proceso utilizado
para su preparación.
La extracción de diamantes se ha llevado a cabo desde tiempos
inmemoriales en sedimentos fluviales y en minas. El hombre, sin embrago,
no se ha dedicado exclusivamente a explotar los diamantes naturales,
sino que también ha intentado recrear en el laboratorio las condiciones
en que se forman los diamantes en la naturaleza con la finalidad de
sintetizarlos. Cuando se aplican presiones del orden de 100.000
atmósferas y temperaturas de 2.000 ºC en presencia de un metal que haga
de catalizador (cromo, hierro o platino), entonces se consigue
transformar el grafito en diamante.
Se sospecha que el
catalizador forma una película de metal fundido sobre la superficie del
grafito, de forma que parte del grafito se disuelve y vuelve a
precipitar en forma de diamante, que es menos soluble. De todos modos,
hay que decir que los diamantes que se obtienen son muy pequeños y el
coste de fabricación es hoy por hoy muy elevado.
El carbón tipo
diamante (traducción de diamond-like carbon, DLC) es un material carbonoso que
se obtiene en forma de recubrimientos sobre substratos mediante una técnica de
depositito químico en fase de vapor. No se trata de cristales de diamantes como
las películas de diamante sintético, sino más bien de un material de carbono
amorfo que presenta propiedades similares a las del diamante. Para su obtención
se utiliza una mezcla de hidrógeno e hidrocarburos gaseosos que son
fragmentados, generalmente, mediante el uso de un plasma. Las especies que
contienen carbono se depositan sobre el substrato en forma de un material con
una estructura amorfa metaestable en la que los átomos de carbono se unen
mediante enlaces sp2y sp3. Según las condiciones utilizadas para su
preparación, el recubrimiento puede incluir porcentajes atómicos de hidrógeno
de hasta un 40%. El hidrógeno ayuda a estabilizar los enlaces sp3, aunque
recubrimientos con demasiado hidrógeno tienen baja densidad, lo cual disminuye
su dureza. La mezcla de enlaces induce en los recubrimientos de este material
propiedades extremas. Por ejemplo, su dureza es mayor a la del diamante
microcristalino y es comparable a la del diamante natural; tiene una superficie
más plana y un bajo coeficiente de fricción.
El diamante
negro o diamante carbonatado (en inglés carbonado diamond), puede
considerarse como una rareza. Estos diamantes son agregados policristalinos de
pequeños diamantes que se encuentran únicamente en Brasil y la República
Centroafricana. Este tipo de diamantes son negros, altamente porosos, poseen
inclusiones radioactivas y cierta luminiscencia; lo que los hace muy diferentes
a otros diamantes naturales policristalinos.
El origen de estos diamantes
negros es bastante controvertido y se han propuesto diversas hipótesis para
explicar su formación: como la conversión de carbón a elevadas presiones y
temperaturas en el interior de la tierra, el metamorfismo inducido por el
impacto de un meteorito y la radiación inducida por fisión espontánea de
uranio y torio. Sin embargo todas estas hipótesis presentan serios problemas.
Por ejemplo, el hecho de que solo se encuentren en puntos muy concretos del
planeta, lo que descartaría la primera hipótesis. O que no presenten ninguna
estructura de diamante hexagonal (lonsladeita),
lo cual ocurre en otros diamantes formados por impacto de meteoritos. La
tercera hipótesis también es poco probable dado que la energía requerida para
la formación de cristales de diamante hasta 500 micras sería mucho mayor que la
que puede obtenerse por fisión espontánea. Las teorías más recientes
postulan que estos diamantes provienen y se han formado en el espacio
interestelar por la explosión de una supernova, formándose asteroides
compuestos por este tipo de diamantes que con posterioridad colisionaron con la
Tierra.
“Diamonds Are a Girl’s Best Friend”
Aunque
las leyes termodinámicas indican que el diamante debería transformarse
espontáneamente en grafito a presión ambiente, la conversión es tan
lenta (millones de años) que es imposible detectar el cambio. Es decir,
no es cinéticamente favorable. Esta es la razón por la que se han
encontrado y se encuentran diamantes desperdigados por todo el planeta.
El proceso de conversión, sin embargo, se puede acelerar.
Hollywood
y toda su maquinaria han contribuido a proyectar la idea que un
diamante es eterno. Pero esto no es del todo cierto, no al menos en
determinadas condiciones. Cuando se calienta un diamante a una
temperatura por encima de 1.500 ºC y en ausencia de oxígeno, entonces se
convierte en grafito rápidamente. Si, por el
contrario, se calienta en
presencia de oxígeno alrededor de 800 ºC se carboniza, es decir,
reacciona con el oxígeno del aire para formar dióxido de carbono.
Curiosidades sobre los diamantes:
- El mayor diamante encontrado hasta entonces es la Estrella de África o también llamado Culliman. Con 3106 quilates se obtuvieron del mismo unas nueve piezas de considerable tamaño y 96 más pequeñas. Una de ellas la podemos encontrar nada más y nada menos que en el centro de la corona de la realeza británica.
- Se estima que la producción de diamantes asciende a 8000 millones de dólares por año.
- En la ciudad de Mirny en Siberia se encontraba la mayor mina de estas piedras preciosas. La misma contaba con 1200 metros de diámetro y 500 de profundidad fue abandonada en 2004.
- La mina más grande de diamantes no se encuentra en el planeta tierra sino en la constelación de Centauro a 50 años luz de nuestro planeta. En el 2004 el astrónomo Travis Metcalfe del Centro de Astrofísica de Harvard descubrieron una estrella muerta de 4 mil kilómetros de diámetro que se convirtió en diamante al contraerse después de perder toda su energía. Un enorme diamante de 10 mil millones de trillones de trillones de kilates (1, seguido de 34 ceros) que por desgracia se encuentra en la constelación de Centauro, a 50 años luz de la Tierra. Recibe el nombre de BMP 37093 pero los astrónomos la suelen llamar Lucy por la canción ” Music in the sky with diamonds” de los Beatles.
- Sí es el material natural más duro ¿con qué lo pulen?
La respuesta es bastante sencilla, con otro diamante. Para tallarlos se usan sierras circulares de fósforo con el filo impregnado de polvo de diamante mezclado con aceite de oliva. - Una empresa estadounidense se las ha ingeniado para crear diamantes a partir de cenizas de humanos muertos. Por eso si tienes entre 4000 y 22000 dólares podrás lucir una fabuloso anillo de diamantes hecho con cenizas humanas. En México existe este servicio. Un diamante de medio kilate requiere de al menos 500 gramos de cenizas (cuyo restante se devuelve al finalizar el proceso) y cuesta aproximadamente 8,000 dólares. Estos diamantes son similares a los naturales por las impurezas inherentes a la ceniza humana, que crean variedades o 'defectos' únicos, que incrementan su valor en el mercado. Los artificiales, hechos en laboratorio con carbono, alcanzan niveles de transparencia mayores.
- Mito: los diamantes son 'de sangre' Los diamantes tienen un proceso de comercio avalado en 2000 por la ONU, el Esquema de proceso de Certificación Kimberley. Según este acuerdo, los diamantes en bruto sólo pueden ser importados y exportados con un certificado del país exportador, que no puede ser una zona de conflicto. Según el Consejo Mundial de Diamantes, el 1% del mercado actualmente consiste en 'diamantes de sangre', lo que significa que provienen de regiones en conflicto y son utilizados para costear guerras.
- Curiosidad: Se pueden producir diamantes a partir del tequila En 2008, científicos de la UNAM descubrieron que es posible procesar el tequila para fabricar diamantes. Sin embargo, es como 'polvo de diamante', no lo suficientemente grande como para usarlos en joyas, publicó AFP.
- Diamante Kohinoor Diamante Kohinoor: pesa 108,93 quilates y es un diamante de talla oval. Anteriormente pertenecía a príncipes indios, poseía forma redondeada y pesaba en bruto 186 quilates. Fue adquirido en 1739 por el Sha de Persia, que lo llamó “Montaña de la Luz” (Koh-i-noor). Tras su adquisición por la East Indian Company, fue regalado a la Reina Victoria en 1850. Tras su tallado, pasa a formar parte de la corona de la Reina Maria (esposa de Jorge IV), para terminar en la corona de la Reina Isabel. Una curiosa leyenda acerca del Kohinoor afirma que pertenecía al dios del sol, que a su vez lo cedió a su discípulo Satrajit; fue robado más tarde por un pariente de Satrajit, y después un león mató al ladrón y entregó la piedra al dios Krishna, que devolvió a Satrajit… solo para que este se la devolviera a su vez a Krishna cuando este se casó con su hija como parte de su dote. Krishna, finalmente, la entregó de nuevo al dios del sol.
- Diamantes para la eternidad,
o para siempre, según se traduzca. Este era el título de una de las
películas de James Bond protagonizadas por el actor escocés Sean
Connery. En ella, el malo de la película usaba
diamantes para construir un láser potentísmo con el que, cómo no, iba a
dominar el mundo. El problema de este hombre rico y malo era que un
diamante no se puede fabricar como quien fabrica churros. Esta
estructura cristalina de puro carbono es producto de especialísmas
condiciones de presión y temperatura que se dan en el interior de la
Tierra.
Sin embargo, si la
película de James Bond se hubiera rodado hace solo unos años, quizá el
malo no hubiera tenido que dedicarse a robar diamantes. Porque una
física de la Universidad de California en Berkeley llamada Robin
Benedetti descubrió algo muy curioso investigando las propiedades del
metano, ese gas que produce efecto invernadero y del cual uno de los
principales productores son las vacas.
Primera, que sus moléculas se descomponen más fácilmente que lo que se creía cuando se las calienta y comprime en el laboratorio. Pero lo mejor viene ahora: durante este proceso se producen moléculas orgánicas complejas y diamantes. Benedetti lo ha conseguido comprimiendo metano a una presión 500.000 mayor que la presión atmosférica terrestre y bombardeándole con láser hasta alcanzar unos 3.000 K. Por desgracia, los diamantes obtenidos no son para engarzarlos en un anillo, pues tienen un tamaño de unas 10 milésimas de milímetro.
Lo fascinante de este descubrimiento es que nos va a permitir conocer mejor cómo es el interior de los planetas Urano y Neptuno, porque allí el metano es uno de sus principales constituyentes. De hecho, la situación diseñada en el laboratorio de la universidad de Berkeley corresponde a lo que sucede en Neptuno 7.000 km por debajo de su superficie visible. ¿No resulta maravilloso pensar que en el interior de un planeta haya una verdadera mina de diamantes, o quizá que un inmenso diamante ocupe el centro de alguno de esos planetas?
Diamantes en el cine -
Diamante de Sangre (Blood Diamond en inglés) es una película dirigida y producida por Edward Zwick. Los protagonistas son Leonardo DiCaprio, Jennifer Connelly y Djimon Hounsou. El título hace referencia a los diamantes de guerra, piedras preciosas que se encuentran dentro de zonas en guerra y que se venden para financiar dichos conflictos armados. El 23 de enero de 2007 fue nominada para cinco premios Óscars, incluyendo mejor actor (Leonardo DiCaprio) y mejor actor secundario (Djimon Hounsou).
Errores cronológicos en la película - La película se supone está situada en el año 2002, sin embargo, en la escena en la cual Solomon conoce al comprador, en Londres, se puede ver claramente que el comprador llega en un Bentley Arnage año 2007.
- En otra escena en Londres, un Mercedes articulado o un autobús londinense 'bendy' es visto al fondo. Estos vehículos no fueron introducidos en Londres hasta 2004.
- En la escena en Kono, uno de los niños soldados es visto con una Game Boy Advance SP, la cual no fue lanzada hasta 2003.
- Durante la entrevista entre Danny y el Coronel Coetzee en Sudáfrica se pueden ver modernos anuncios de redes 3G.
- Cuando Danny y Solomon están escondiéndose entre el pasto, los soldados del FRU pasan conduciendo de noche y van escuchando la canción de 2Pac Only Fear Of Death. La versión de esta canción salió en el 2001 en el álbum titulado Until the End of Time.
- Cuando Danny llega con Maddy Bowen, ella está realizando un escrito acerca de la vida de Solomon en su ordenador portátil, se puede ver que está usando la versión de Windows XP, cuando este salió a finales de 2001.
- Cuando Danny llega a hacer negocios con el Comandante Zero, se encuentra con el Comandante Rambo quien usa un Texas-coloured Snoop Dogg Afroskull debajo de su playera militar verde. Esta pieza fue fabricada por Alstyle Apparel & Activewear en el 2004.
Curiosidades
- La escena en la que Solomon Vandy (Djimon Hounsou) mata al guerrillero que metió a su hijo en las filas del FRU, es de manera muy similar a la que en El Patriota, Mel Gibson asesina a un soldado que estaba presente cuando mataron a su hijo. La diferencia es que en Diamante en sangre Solomon utiliza una pala mientras que en El patriota, Mel Gibson un hacha.
Diamantes para la eternidad
Sir Donald Munger, presidente del Sindicato Internacional del Diamante, da la voz de alarma al constatar que a lo largo dos años ha ido desapareciendo del mercado mundial una gran cantidad de diamantes. James Bond, suplantando la identidad de un famoso traficante, inicia las investigaciones. El agente secreto logra entrar en contacto con Burt Saxby, director de un casino por cuenta de Willard Whyte, un misterioso millonario de quien se sospecha que se propone desestabilizar el mercado diamantífero. Bond descubre que, entre otros negocios, Whyte financia un centro de investigaciones espaciales, tras el que está Blofeld, quien, con los diamantes que ha ido atesorando, ha construido un gigantesco y amenazador rayo láser que ha puesto en órbita alrededor de la Tierra, y con el que pretende lograr su terrible objetivo.
Curiosidades sobre la película
Diamantes en la música: Entre tu y yo, El Norte
Esa chica enamorada,
que me mira y no se aclara,
es la chica de mi vida,
es el sueño que buscaba,
quise que me recordaras,
y que nunca me olvidaras, ohohohoh,
ESTRIBILLO:
entre tú y yo,
un diamante es para siempre,
entre tú y yo,
nuestro amor,
es para siempre.
todo en ella me fascina,
su mirada me domina,
cada vez que yo la veo,
pienso cuanto la deseo,
quise que me recordaras,
y que nunca me olvidaras,
Sir Donald Munger, presidente del Sindicato Internacional del Diamante, da la voz de alarma al constatar que a lo largo dos años ha ido desapareciendo del mercado mundial una gran cantidad de diamantes. James Bond, suplantando la identidad de un famoso traficante, inicia las investigaciones. El agente secreto logra entrar en contacto con Burt Saxby, director de un casino por cuenta de Willard Whyte, un misterioso millonario de quien se sospecha que se propone desestabilizar el mercado diamantífero. Bond descubre que, entre otros negocios, Whyte financia un centro de investigaciones espaciales, tras el que está Blofeld, quien, con los diamantes que ha ido atesorando, ha construido un gigantesco y amenazador rayo láser que ha puesto en órbita alrededor de la Tierra, y con el que pretende lograr su terrible objetivo.
Curiosidades sobre la película
- Cuando el Ford Mustang entra al callejón va sobre sus dos ruedas derechas y cuando sale va sobre sus dos ruedas izquierdas, esto fue un error del equipo que contrataron para efectuar esta escena.
- Es la última película (oficial) de Connery como Bond, volvería a interpretarlo posteriormente en un film no oficial de la saga: Nunca Digas Nunca Jamás.
- El salario que ganó Connery fue el más exhorbitante de la industria fílmica en ese momento (2 millones de dólares).
Diamantes en la música: Entre tu y yo, El Norte
Esa chica enamorada,
que me mira y no se aclara,
es la chica de mi vida,
es el sueño que buscaba,
quise que me recordaras,
y que nunca me olvidaras, ohohohoh,
ESTRIBILLO:
entre tú y yo,
un diamante es para siempre,
entre tú y yo,
nuestro amor,
es para siempre.
todo en ella me fascina,
su mirada me domina,
cada vez que yo la veo,
pienso cuanto la deseo,
quise que me recordaras,
y que nunca me olvidaras,
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