Es sin duda alguna una de las esculturas más queridas del Central Park,
donde podemos ver a los niños disfrutando de sus suaves perfiles
subiendo y bajando de las setas y posando junto a Alicia. En la
escultura descubrimos a Alicia jugando con su gato y acompañada de sus
amigos Sombrerero Loco y Liebre de Marzo.
El filántropo George Delacorte encargó su elaboración en honor a su esposa Margarita. Ésta fue realizada en bronce por el escultor español José de Creeft. La escultura se encuentra al norte del Conservatory Water en la parte este del parque a la altura de la 74 St.
Quienes hayan visto recientemente la película de Walt Disney “Alicia en el País de las Maravillas”
o recuerden sus imágenes recordarán que el dibujo animado contiene una
interesante secuencia relacionada con las setas y curiosamente con una
oruga. El hecho es que en el pasaje de “Alicia”, una oruga (que
fuma una cachimba), instalada sobre una seta, mantiene un dialogo
bastante extraño y críptico con Alicia (por algo Lewis Carroll fue el
inventor del “Scrabbel”). Además esa seta tiene propiedades
alucinógenas, ya que si come un trozo Alicia puede crecer y si toma
otro, se vuelve más pequeña. La primera noticia que se tuvo en occidente
sobre el Cordyceps, (entonces “la oruga de invierno-hierba de verano”) fue un informe sobre
sus propiedades terapéuticas hecho por el jesuita Jean Baptiste du
Halde incluido en uno de sus cuatro volúmenes de la: Description
géographique, historique, chronologique, politique, et physique de
l’Empire de la Chine et de la Tartarie chinoise, enrichie des cartes
générales et particulières de ces pays, publicados en Paris en 1735 y traducidos al inglés en 1738. Pero fue el reverendo M. J. Berkeley,
uno de los más destacados micólogos y botánicos ingleses, que en 1860
publicó los tres volúmenes de su Tratado sobre mil hongos nativos de las
Islas Británicas, quien por primera vez clasificó a la famosa seta
dentro del género Cordyceps. En aquellos años la fama del reverendo era
tan grande que le enviaban setas de todas partes del mundo para su
clasificación y fue probablemente entonces cuando aclaró de forma
definitiva el dimorfismo de la seta-oruga. (Berkeley pasó a la fama por
haber sido el primero en relacionar la enfermedad del “tizón de la
patata” con el hongo Phytophthora infestans, el culpable de las hambrunas de Irlanda hacia 1850).
En la obra de Lewis Carrol Alicia se encuentra con esa oruga (un animal que también se
transforma) y que tiene una interesante conversación. La oruga le indica
a Alicia que tomando una seta por un lado podrá crecer y si toma por el
otro lado podrá menguar (los dos lados opuestos, el ying y el yang...).
Si analizamos la escena, Alicia tiene un "viaje místico" al ingerir la
seta, al igual que suceden con setas utilizadas en chamanismo, por poner
un ejemplo. Por tanto el viaje de Alicia, también es un viaje interior,
muy parecido al del chamanismo.
Lewis Carroll escribió
la historia de “Alicia” en 1865, unos cinco años después de la
publicación del tratado de Berkeley. Una coincidencia curiosa es que
mientras Lewis Carroll enseñaba matemáticas en Oxford, Berkeley instruía
sobre botánica en el Christ College de Cambridge. Otra increíble
coincidencia fue que Lewis Carroll pasó por las aulas de Rugby tal como
Berkeley lo hiciera una década antes. Es difícil pensar que Lewis
Carroll no conociese nada de la obra de Berkeley, máxime cuando entonces
se hablaba bastante de la seta con la llegada de masivos contingentes
de trabajadores chinos a California, que se habían empleado en la
construcción del ferrocarril transcontinental en los Estados Unidos en
el período 1863-1869. Es probable que las noticias sobre el uso de Cordyceps traído
por los orientales junto con sus prácticas de Medicina Tradicional
China hayan llegado a la prensa inglesa antes de 1865. No debemos
olvidar tampoco que Charles Lutwidge Dodgson (Lewis
Carroll), aparte de ser un brillante matemático de la Universidad de
Oxford (Christ Church) ya en esos años se interesaba en la psicología y
los fenómenos paranormales (fue uno de los fundadores de la “Sociedad para la Investigación de los Fenómenos Psíquicos” de
Londres en 1882, formada por un grupo de científicos dedicados
fundamentalmente al estudio de las alucinaciones), además de fotógrafo
de fama e inventor. No creemos que sea casual que la oruga estuviese
sentada sobre una seta, tal como el mismo lo ilustró en su primera
versión manuscrita del cuento. Nos parece bastante probable que la
intención fuese traer a colación al Cordyceps en su calidad de seta-oruga y vincular sus poderes terapéuticos con los poderes alucinógenos de otros hongos.
Fuente: setascurativas.com
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