lunes, 13 de agosto de 2012

Un jardín...

...de rosas


El poeta Coleridge recibió un día la visita de un admirador.

Cuentan que en el transcurso de la conversación, surgió el tema de la niñez y la educación:

- "Creo", afirmó con rotundidad el visitante, "que debe dejarse a los niños total libertad para que piensen y actúen desde que son muy pequeños y que puedan tomar sus propias decisiones sin que nosotros intervengamos. Sólo así podrán desarrollar al máximo toda su potencialidad."

- "Ven a ver mi jardín de rosas", le dijo Coleridge, acompañando a su admirador hasta el jardín.
 

Al verlo, el visitante exclamó: 

- "¡Pero esto no es un jardín... esto es un patio lleno de maleza!"

- "Solía estar lleno de rosas", dijo el poeta, "pero este año decidí dejar a las plantas de mi jardín en total libertad de crecer a sus anchas sin atenderlas. Y este es el resultado."

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