domingo, 28 de diciembre de 2014

De la mujer al hombre, Gioconda Belli




Dios te hizo hombre para mí. 

Te admiro desde lo más profundo 
de mi subconsciente 
con una admiración extraña y desbordada 
que tiene un dobladillo de ternura. 
Tus problemas, tus cosas 
me intrigan, me interesan 
y te observo 
mientras discurres y discutes 
hablando del mundo 
y dándole una nueva geografía de palabras 
Mi mente esta covada para recibirte, 
para pensar tus ideas 
y darte a pensar las mías; 
te siento, mi compañero, hermoso 
juntos somos completos 
y nos miramos con orgullo 
conociendo nuestras diferencias 
sabiéndonos mujer y hombre 
y apreciando la disimilitud 
de nuestros cuerpos.



Enredame, Fonseca

Me desenredas el alma y toda mi vida
Me desenredas el tiempo todos los días
Pero me encanta enredarme todas las noches contigo
Y si estoy loco vas a vivir en un manicomio conmigo

Por andarte adorando siempre me enredo
Me la paso encontrándote entre mis sueños
Y voy buscando el momento para quererte con tiempo
Corazón mío como te quiero y como te llevo por dentro

Y enrédame de amor mi vida
Y hazme un nudo ciego
Y entrégame tus pesadillas
Que yo te doy mis sueños
Y enrédame de amor mi vida
Dejemos tanto enredo
Y enrédame en tus besos
Que yo a tu lado en todo me enredo

Con mis ojos cerrados te doy un beso
Ay a veces no se si yo te merezco
Pero me encanta enredarme
Todas las noches contigo
Y si estoy loco vas a vivir en un manicomio conmigo

Y enrédame de amor mi vida
Y hazme un nudo ciego
Y entrégame tus pesadillas
Que yo te doy mis sueños
Y enrédame de amor mi vida
Dejemos tanto enredo
Y enrédame en tus besos
Que yo a tu lado en todo me enredo

Y enrédame algo entre los huesos
Pa' no olvidarte ni un segundo si estoy lejos
La telaraña de tu recuerdo
Se fue tejiendo poco a poco con tus besos

Y enrédame algo entre los huesos...

La telaraña de tu recuerdo....

La muerte, el amor, la vida, Paul Eluard




Creí que me rompería lo inmenso lo profundo.
Con mi pena desnuda, sin contacto, sin eco,
me tendí en mi prisión de puertas vírgenes
como un muerto sensato que había sabido morir.
Un muerto coronado sólo de su nada ...
Me tendí sobre las olas absurdas del verano
absorbido por amor a la ceniza.
La soledad me pareció más viva que la sangre.

Quería desunir la vida,
quería compartir la muerte con la muerte,
entregar mi corazón vacío a la vida
borrarlo todo, que no hubiera ni vidrio ni vaho...
Nada delante, nada detrás, nada entero.
Había eliminado el hielo de las manos juntas,
había eliminado la osamenta invernal
del voto de vivir que se anula.
Tú viniste y se reanimó el fuego,
cedió la sombra el frío,
aquí abajo se llenó de estrellas
y se cubrió la tierra.
De tu carne clara me sentí ligero...
Viniste, la soledad fue vencida,
tuve una guía sobre la tierra y supe
dirigirme, me sabía sin medida,
adelantaba ganaba tierra y espacio

Iba sin fin hacia la luz ...
La vida tenía un cuerpo, la esperanza tendía sus velas
promisoria de miradas confiadas para el alba.
De la noche surgía una cascada se sueños.

Los rayos de tus brazos entreabrían la niebla.
El primer rocío humedecía tu boca
deslumbrando reposo remplazaba el cansancio.
Yo amaba el amor como en mis primeros días.

Los campos están labrados las fábricas resplandecen
y el trigo hace su nido en una enorme marea,
las mieses, la vendimia, tienen muchos testigos,
nada es singular ni simple,
el mar está en los ojos del cielo o de la noche,
el bosque da a los árboles seguridad
y los muros de las casas tienen una piel común,
los caminos siempre se encuentran.

Los hombres están hechos para entenderse
para comprenderse, para amarse,
tienen hijos que serán padres de los hombres,
tienen hijos sin fuego ni lugar
que inventarán de nuevo a los hombres,
y la naturaleza y su patria
la de todos los hombres la de todos los tiempos.