En el encaje, la belleza proviene de esos espacios delimitados por los hilos.
Revelar, ocultar. Aligerar el mundo. ¡Lo suntuoso es ver a través de él!
La transparencia… La finura de la tela difumina y enmarca un fragmento de universo, y al hacerlo lo revela…
El encaje expuso la belleza de lo mucho que le faltaba todavía por comprender y dominar: el color, la blancura, los tejidos, la transparencia…