Tú me acostumbraste
a todas esas cosas,
y tú me enseñaste
que son maravillosas.
Sutil llegaste a mi como una tentación
llenando de ansiedad mi corazón.
Yo no comprendía cómo se quería
en tu mundo raro y por ti aprendí.
por eso me pregunto al ver que me olvidaste
porque no me enseñaste como se vive sin ti.
Por eso me pregunto al ver que me olvidaste
porque no me enseñaste como se vive sin ti
porque no me enseñaste como se vive sin ti
porque no me enseñaste como se vive sin ti.
Tu me acostumbraste
Tú me acostumbraste
a todas esas cosas,
y tú me enseñaste
que son maravillosas.
Sutil llegaste a mi como una tentación
llenando de ansiedad mi corazón.
Yo no comprendía cómo se quería
en tu mundo raro y por ti aprendí.
por eso me pregunto al ver que me olvidaste
porque no me enseñaste como se vive sin ti.
"La vida es una fuente interminable de reflexiones, desmedida como la eternidad, inagotables como la maldad e inmensas como el amor".
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jueves, 28 de febrero de 2013
Una frase de Gabriel García Márquez
Los hombres piensan
que dejan de enamorarse
cuando envejecen, sin saber
que envejecen cuando dejan de enamorarse...
Poema 12, Oliverio Girondo
Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, se despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehuyen, se evaden, y se entregan.
Historia del mundo en manzanas
A raíz de la
muerte del cofundador de Apple y gran visionario de la tecnología, Steve Jobs,
una serie de condolencias y mensajes fueron enviados a través de las redes
sociales. Un mensaje que se hizo muy interesante fue aquel publicado en
Twitter que decía: “En la historia de la humanidad hay tres manzanas: la
de Adán, la de Newton y la de Steve Jobs”.
Pero, ¿sólo hubo tres "manzanas especiales" en importancia a los largo de la historia?
Os dejo otras manazanas que marcaron un hito en el devenir de la historia.
Quizás vosotros encontréis alguna otra manzana que no haya metido en este cesto...
Pintura renacentista: "Adan y Eva en el Paraiso"
La manzana de Adán: El hombre vivía en el paraíso junto a su creador, Dios. Éste era muy comprensivo pero había puesto una restricción: no se debía comer del árbol del fruto prohibido. El demonio, en forma de serpiente, logra convencer a Eva de que aquella prohibición no era relevante y que debía probarlo. Así que corta un fruto (muchos defienden que fue un higo, otros que fue una manzana) y se lo entregó a Adán para que lo comiera. Tras la primera mordida Dios les dijo que por haberle desobedecido deberían salir del paraíso, que sentirían vergüenza de sus cuerpos desnudos, que sufrirían y morirían.
La manzana de Blancanieves:
En un reino había una reina, madrastra de una bella doncella. La reina estaba obsesionada por la belleza; tenía un espejo mágico al que le preguntaba quién era la más bella –del reino-. Al principio el espejo siempre contestaba que era ella, pero cuando Blanca Nieves, la doncella, creció este cambio de parecer. Así que la reina decide matarle. Blancanieves huye al bosque donde se refugia. Como no había muerto la Reina se da a la tarea de matarle, para esto utiliza una manzana embrujada. Blancanieves la muerde y cae en un estado que hoy llamaríamos coma. Tras una serie de eventos un Príncipe la despierta de su sueño con el primer beso de amor y viven felices para siempre.
La manzana de Newton:
Cuenta la leyenda que la famosa Ley de la Gravitación fue consecuencia de un
acontecimiento aleatorio: la caída de una manzana sobre la cabeza de Newton. Se
ha dicho que estaba ocioso y triste leyendo debajo de un árbol cuando le cayó
ésta. Éste se dio cuenta que había una fuerza que atraía todo hacia el centro
de la tierra. Corrió a su Estudio y elaboro lo que sería una de las grandes
leyes de la ciencia.
Hay quien piensa que es una leyenda pero la Royal Society de Londres en conmemoración de su 350º aniversario en 2010, sacó a la luz un manuscrito original que relata como Isaac Newton, al caerse una manzana, meditó la teoría de la gravedad.
Se trata de un manuscrito, del amigo y
contemporáneo de Newton, el físico William Stukeley, para
una novela biográfica, “Memorias de la vida de Sir Isaac Newton”
(1752), que había permanecido resguardada en los archivos de la
prestigiosa institución.
Parece
que el árbol original se conservó hasta 1814, cuando cayó a
consecuencia de una violenta tormenta, y su madera se utilizó para hacer
sillas. Por entonces ya se habían obtenido varios injertos de aquel
ejemplar, y hoy existen docenas de clónicos del mismo, plantados en los
jardines de distintas facultades de física de todo el mundo.
La manzana de Guillermo Tell:
Guillermo Tell es un personaje legendario de Suiza, del siglo XIV, aunque hasta hoy nadie ha podido confirmar su existencia real.
La leyenda se enmarca en la época en la que los cantones suizos luchaban por su independencia del Imperio alemán.
Alberto,
emperador de Alemania, hijo de Rodolfo de Habsburgo, había resuelto
someter a los suizos y convertir al país en un Estado hereditario para
la casa de Austria. Para conseguirlo, envió gobernadores a quienes
encargó que tratasen a los habitantes con dureza para que se rebelaran y
así justificar la ocupación con las armas.
Narra
esta leyenda que Guillermo Tell, nacido en el cantón suizo de Uri,
paseaba un día por la plaza central de Altdorf (capital de Uri) donde se
hallaba el sombrero de la casa dominante (la familia de los Habsburgo),
ante el cual todos los suizos debían inclinarse con reverencia.
Soberbio, Tell no lo hizo y el gobernador Hermann Gessler, un tirano
despótico, le impuso un escarmiento por su desobediencia, disparar con
una flecha de su ballesta a una manzana puesta sobre la cabeza de su
hijo. Guillermo Tell cargó con dos flechas su aljaba. Disparó la primera
y atravesó en su centro la manzana. Cuando le preguntaron respecto de
la segunda flecha, Tell dijo que estaba dirigida al opresor que lo
obligó a disparar, en caso de que sin querer matara a su hijo. Por esto
fue encarcelado nuevamente y enviado al castillo de Kussnacht para su
reclusión, pero el navío naufragó y Tell escapo de sus captores matando a
Gessler de un flechazo.
Finalmente, en el año 1389, la Confederación Helvética proclamó su independencia de los Habsburgo.
Desde
entonces la historia ha corrido de boca en boca, y siglos más tarde fue
tomada para ser popularizada como alegoría característica de la lucha
por la libertad.
En
la actualidad, en Altdorf (Suiza) existe una estatua de bronce y una
placa, en memoria de la hazaña de Guillermo Tell y de la libertad suiza.
También se puede oír allí la historia del final de los días de
Guillermo Tell, que dicen pereció en las aguas del Valle de Schäden,
ahogado, al intentar salvar a un niño que se había caído.
La manzana de los Beatles:
Una de las agrupaciones más famosas del Rock ‘n’ Roll tenía como símbolo de su
disquera una manzana verde. Esta ha sido objeto de devoción por parte de sus
seguidores, de hecho lo sigue siendo. La última publicación de su discografía
venía en una memoria USB en forma de manzana verde donde se podía leer la
leyenda: “The Beatles”.
El hijo del Hombre, Magritte. La manzana de Magritte:
Una de las obras más importantes del surrealismo es “El Hijo del Hombre”,
pintura elaborada por Magritte. Ésta pintura, hecha con lienzo y oleo en 1964,
se encuentra en el Museo Magritte de Bruselas. La pintura nos refleja la pérdida
de identidad que se vive, pero la alegría de vivir que sigue con vida.
La gran manzana:
Nueva York es una de las ciudades más famosas del mundo, y es más conocida con su sobrenombre de la Gran Manzana.
El
término se hizo popular en los años 20 gracias al cronista deportivo
del New York Morning Telegraph, John J. Fitz Gerald, que al escuchar
cómo lo usaban los mozos de cuadra en el hipódromo de Nueva Orleáns para
referirse al hipódromo de Nueva York, llamó a su columna hípica: “Sobre
la Gran Manzana”, donde escribe en 1924: “La Gran Manzana. El sueño de
todo chico que haya montado un purasangre y el objetivo de todo jinete.
Sólo existe una Gran Manzana y es Nueva York”.
También, durante los años 30, el término era utilizado para referirse a la ciudad por los músicos de jazz, para los que tocar en Nueva York era su máximo objetivo: “son muchas las manzanas que tiene el árbol del éxito, pero Nueva York es la Gran Manzana”.
Este eslogan alcanzó la popularidad, en 1971, cuando la ciudad de Nueva York realizó una campaña turística por todo el mundo bajo este lema.
La manzana de la luces:
La Manzana de las
Luces, declarada Lugar Histórico, es una manzana de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, que se encuentra rodeada por las calles Bolívar,
Moreno, Alsina, Avenida Julio A. Roca (Diagonal Sur) y Perú
(continuación de la peatonal calle Florida).
La
Manzana está poblada de historia ya que en ella se unen los hechos
religiosos y culturales de una nación que nacía. En ella están ubicados
el Colegio Nacional de Buenos Aires, la Iglesia de San Ignacio, el
antiguo edificio de la Universidad de Buenos Aires y otros edificios
históricos.
Ha
sido bautizada de esa forma por el periódico El Argos el 1 de
septiembre de 1821, en alusión a las “luces de la razón”, debido a las
instituciones intelectuales que allí se encontraban instaladas.
Arte con manzanas:
En
Kivik, Suecia, se realiza el Festival de la Manzana, que tiene por
objeto la transformación de la fruta en objeto de arte. El resultado son
extraordinarios “cuadros” gigantes. Se utilizan cuatro toneladas
(75.000 manzanas) de media por cuadro.
El autor de esta monumental obra: Helge Lundström, 2008.
La Oda a la manzana de Pablo Neruda
A ti, manzana,
quiero
celebrarte
llenándome
con tu nombre
la boca,
comiéndote.
Siempre
eres nueva como nada
o nadie,
siempre
recién caída
del Paraíso:
plena
y pura
mejilla arrebolada
de la aurora!
Qué difíciles
son
comparados
contigo
los frutos de la tierra,
las celulares uvas,
los mangos
tenebrosos,
las huesudas
ciruelas, los higos
submarinos:
tú eres pomada pura,
pan fragante,
queso
de la vegetación.
Cuando mordemos
tu redonda inocencia
volvemos
por un instante
a ser
también recién creadas criaturas:
aún tenemos algo de manzana.
Yo quiero
una abundancia
total, la multiplicación
de tu familia,
quiero
una ciudad,
una república,
un río Mississipi
de manzanas,
y en sus orillas
quiero ver
a toda
la población
del mundo
unida, reunida,
en el acto más simple de la tierra:
mordiendo una manzana.
1956.
quiero
celebrarte
llenándome
con tu nombre
la boca,
comiéndote.
Siempre
eres nueva como nada
o nadie,
siempre
recién caída
del Paraíso:
plena
y pura
mejilla arrebolada
de la aurora!
Qué difíciles
son
comparados
contigo
los frutos de la tierra,
las celulares uvas,
los mangos
tenebrosos,
las huesudas
ciruelas, los higos
submarinos:
tú eres pomada pura,
pan fragante,
queso
de la vegetación.
Cuando mordemos
tu redonda inocencia
volvemos
por un instante
a ser
también recién creadas criaturas:
aún tenemos algo de manzana.
Yo quiero
una abundancia
total, la multiplicación
de tu familia,
quiero
una ciudad,
una república,
un río Mississipi
de manzanas,
y en sus orillas
quiero ver
a toda
la población
del mundo
unida, reunida,
en el acto más simple de la tierra:
mordiendo una manzana.
1956.
La manzana de Steve Jobs:
Innovación, esta es la única palabra que puede definir la obra de Jobs. El famoso logo de Apple (una manzana mordida) ha sufrido muchas transformaciones, pero siempre ha reflejado lo mismo: una estática minimalista. Vemos que este genio logró hacer de un logo un estilo de vida y una visión estética nueva. Gracias a Jobs tenemos más de una fuente en nuestras computadoras, juegos en nuestros dispositivos, reproductores de música digital como el ipod, computadoras sin virus, itunes U, y muchas cosas más.
Vemos que un fruto que a simple vista parece ordinario ha inspirado actos
extraordinarios. Algunas de ellas nos son más impresionantes que otras, algunas
han logrado consolidado personajes, y otras más inspiran nuestra imaginación.
Como ya se ha dicho muchas veces el límite del hombre es el límite de su
imaginación. Así a la próxima no desprecien lo común, nunca se sabe qué podría
inspirar.
Apple
estrenó en 1976 un logotipo con una clara alusión a Isaac Newton. En la
imagen, el físico aparecía bajo un árbol de manzanas, mientras el
nombre de la compañía, Apple Computer Co., enmarcaba el cuadro. La idea de aquel logo no convenció del todo a Jobs y pidió que se cambie solo un año después por la icónica manzana adornada con los colores del arco iris.
Era claro por aquel entonces que la compañía se inspiró para la
creación de su logo en la anécdota que condujo a Isaac Newton al estudio
del concepto de la gravedad. Y aunque esta teoría todavía es aceptada también se han formulado otras hipótesis ante la falta de una confirmación oficial.
La manzana mordida
Se dice que el logo que hoy adorna los iPhone es un homenaje a Alan Turing, el hombre que sentó las bases de la era moderna de la computación y murió al morder una manzana que tenía cianuro el 7 de junio de 1954.
Se dice que el logo que hoy adorna los iPhone es un homenaje a Alan Turing, el hombre que sentó las bases de la era moderna de la computación y murió al morder una manzana que tenía cianuro el 7 de junio de 1954.
Según CNN México,
cuando Jobs y Steve Wozniak buscaban renovar el logotipo de su empresa
“se acordaron de Turing y su contribución a su campo” y es por eso que no escogieron una manzana completa sino una mordida para representar a la compañía.
Cuando los ejecutivos de Apple fueron consultados al respecto, dijeron que esa no era la historia oficial de la compañía.
Además, el diseñador gráfico Rob Janoff, quien dibujó el logotipo, dijo
que aunque estaba encantado por los vínculos con la historia de Turing
(al momento de diseñar el símbolo no estaba al tanto de ese dato) “me
temo que no tenía nada que ver con eso”.
Lo que Janoff sí dijo fue que la mordida es muy clara: es por
escala, de modo que una pequeña manzana como logo se ve como una manzana
y no como una cereza.
Bearlemanía
Una historia poco feliz sobre el origen del logo es aquella que “involucra” a los cuatro de Liverpool. Neil Aspinall, el ex manager del Los Beatles, aseguró hace unos años que Steve Jobs bautizó su compañía con el nombre de la manzana en honor a la compañía musical de Los Beatles, Apple Corps. Aspinall dijo que el co fundador de Apple reconoció ese hecho en una reunión que ambos mantuvieron para discutir el lanzamiento de un portal de Internet llamado Beatles.com.
Una historia poco feliz sobre el origen del logo es aquella que “involucra” a los cuatro de Liverpool. Neil Aspinall, el ex manager del Los Beatles, aseguró hace unos años que Steve Jobs bautizó su compañía con el nombre de la manzana en honor a la compañía musical de Los Beatles, Apple Corps. Aspinall dijo que el co fundador de Apple reconoció ese hecho en una reunión que ambos mantuvieron para discutir el lanzamiento de un portal de Internet llamado Beatles.com.
El diario “Financial Times” dio cuenta de dicho testimonio en el año 2006
en el marco de la batalla legal que Apple Computer y Apple Corps
sostenían en torno a los derechos de la marca Apple. La disputa se
resolvió meses después y, posteriormente, se llegó a un acuerdo para que Apple venda a través de su tienda iTunes las canciones del grupo británico al precio de US$1,29 cada una.
Una versión menos aceptada es la que Steve Wozniak, cofundador de Apple, comentó alguna vez. Según dijo, Steve Jobs decidió bautizar su compañía como Apple luego de visitar una comunidad en Oregon a la que se refirió como un “manzanar” (en inglés, ‘apple orchard’).
Manzanas en la literatura
El secreto
"El secreto" está escrito por el ilustrador francés Eric Battut y publicado por Kókinos.
Un ratoncito encuentra una manzana y, para
esconderla, la entierra. Cuando una ardilla, un pájaro, una tortuga y
otros animales le van preguntando qué ha escondido, a todos les dice que
es su secreto... pero.... los secretos mejor guardados crecen demasiado
para esconderlos....
El
valor de este cuento no está solamente en su historia que, aunque
mínima, es muy simpática y original, sino en sus ilustraciones, que
consiguen llamar constantemente la atención de los niños y niñas.
Utilizando el blanco como fondo, el autor consigue que los niños se
fijen principalmente en los personajes que van apareciendo y en el
secreto del protagonista principal, el ratón. Ademas, también juega con
los textos ya que utiliza diferentes tipografías, algunas formando
dibujos y de diferentes colores.