Como dueles en los labios Como dueles en los labios, como duele en todos lados, como duelen sus caricias cuando ya se ha ido. Como me duele la ausencia, como extraño su color de voz, como falta su presencia en mi habitación. Como me duele el invierno, como me duele el verano, como me envenena tiempo cuando tu no estas. Como me duele estar viviendo, como duele estar muriendo así, como me duele hasta el alma en mi habitación; como dueles en los labios, en todos lados, soledad. Como me duele no verte como duele en madrugada como me duele no verte como duele en madrugada. Como dueles en los labios como duele en madrugada como dueles en los labios como duele en madrugada
Everybody needs inspiration
Everybody needs a song
Beautiful melody, when the nights so long
Cause there is no guarantee
That this life is easy (Yeah)
When my world is falling apart,
when there is no light to break up the dark
That’s when I (I) look at you
Te miro a ti
When the waves are flooding the shore and I
can’t find my way home anymore
That’s when I (I) Te miro a ti (I look at you)
Solo en tus ojos veo la verdad
me quieres tal como soy,
como el viento ama el mar
besandolo al pasar
And I know I´m not alone.
When my world is falling apart,
when there is no light to break up the dark
That’s when I (I) look at you
Te miro a ti
When the waves are flooding the shore and I
can’t find my way home anymore
That’s when I (I) Te miro a ti (look at you)
You appear just like a dream to me
Tu luz, cada color que hay en ti
All I need (sobre mi) every breath that I breathe
Don’t you know you’re beautiful (aaaah, Yeah)
When the waves are flooding the shore and I
can’t find my way home anymore
That’s when I (I) look at you (te miro a ti)
I look at you
Te espero cuando la noche se haga día,
suspiros de esperanzas ya perdidas.
No creo que vengas, lo sé,
sé que no vendrás.
Sé que la distancia te hiere,
sé que las noches son más frías,
Sé que ya no estás.
Creo saber todo de ti.
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor, pero no lo dices,
sé que soy un idiota al esperarte,
Pues sé que no vendrás.
Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tu allá, yo aquí, añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida,
Quizás por el resto de nuestras vidas.
Es triste hablar así.
Cuando el día se me hace de noche,
Y la Luna oculta ese sol tan radiante.
Me siento sólo, lo sé,
nunca supe de nada tanto en mi vida,
solo sé que me encuentro muy sólo,
y que no estoy allí.
Mis disculpas por sentir así,
nunca mi intención ha sido ofenderte.
Nunca soñé con quererte,
ni con sentirme así.
Mi aire se acaba como agua en el desierto.
Mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
Mi esperanza de vivir eres tu,
y no estoy allí.
¿Por qué no estoy allí?, te preguntarás,
¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?
Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí.
Porque todas las noches me torturo pensando en ti.
¿Por qué no solo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo solo así?
¿Por qué no solo....
Te espero cuando la noche se haga día,
suspiros de esperanzas ya perdidas.
No creo que vengas, lo sé,
sé que no vendrás.
Sé que la distancia te hiere,
sé que las noches son más frías,
Sé que ya no estás.
Creo saber todo de ti.
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor, pero no lo dices,
sé que soy un idiota al esperarte,
Pues sé que no vendrás.
Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tu allá, yo aquí, añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida,
Quizás por el resto de nuestras vidas.
Es triste hablar así.
Cuando el día se me hace de noche,
Y la Luna oculta ese sol tan radiante.
Me siento sólo, lo sé,
nunca supe de nada tanto en mi vida,
solo sé que me encuentro muy sólo,
y que no estoy allí.
Mis disculpas por sentir así,
nunca mi intención ha sido ofenderte.
Nunca soñé con quererte,
ni con sentirme así.
Mi aire se acaba como agua en el desierto.
Mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
Mi esperanza de vivir eres tu,
y no estoy allí.
¿Por qué no estoy allí?, te preguntarás,
¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?
Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí.
Porque todas las noches me torturo pensando en ti.
¿Por qué no solo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo solo así?
¿Por qué no solo....
Te espero cuando la noche se haga día, suspiros de esperanzas ya perdidas. No creo que vengas, lo sé, sé que no vendrás. Sé que la distancia te hiere, sé que las noches son más frías, sé que ya no estás. Creo saber todo de ti. Sé que el día de pronto se te hace noche: sé que sueñas con mi amor, pero no lo dices, sé que soy un idiota al esperarte, pues sé que no vendrás. Te espero cuando miremos al cielo de noche: tu allá, yo aquí, añorando aquellos días en los que un beso marcó la despedida,
quizás por el resto de nuestras vidas. Es triste hablar así. Cuando el día se me hace de noche, y la luna oculta ese sol tan radiante, me siento sólo, lo sé; nunca supe de nada tanto en mi vida, solo sé que me encuentro muy sólo, y que no estoy allí. Mis disculpas por sentir así, nunca mi intención ha sido ofenderte. Nunca soñé con quererte, ni con sentirme así. Mi aire se acaba como agua en el desierto, mi vida se acorta pues no te llevo dentro. Mi esperanza de vivir eres tu, y no estoy allí. ¿Por qué no estoy allí?, te preguntarás... ¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti? Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí, porque todas las noches me torturo pensando en ti. ¿Por qué no sólo me olvido de ti? ¿Por qué no vivo sólo así? ¿Por qué no sólo...?
Te espero cuando la noche se haga día,
suspiros de esperanzas ya perdidas.
No creo que vengas, lo sé,
sé que no vendrás.
Sé que la distancia te hiere,
sé que las noches son más frías,
Sé que ya no estás.
Creo saber todo de ti.
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor, pero no lo dices,
sé que soy un idiota al esperarte,
Pues sé que no vendrás.
Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tu allá, yo aquí, añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida,
Quizás por el resto de nuestras vidas.
Es triste hablar así.
Cuando el día se me hace de noche,
Y la Luna oculta ese sol tan radiante.
Me siento sólo, lo sé,
nunca supe de nada tanto en mi vida,
solo sé que me encuentro muy sólo,
y que no estoy allí.
Mis disculpas por sentir así,
nunca mi intención ha sido ofenderte.
Nunca soñé con quererte,
ni con sentirme así.
Mi aire se acaba como agua en el desierto.
Mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
Mi esperanza de vivir eres tu,
y no estoy allí.
¿Por qué no estoy allí?, te preguntarás,
¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?
Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí.
Porque todas las noches me torturo pensando en ti.
¿Por qué no solo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo solo así?
¿Por qué no solo....
Ocurrió una vez en Leitza, en Navarra, durante la recolección de la
manzana. Los señores de la casa Marikurrenea llamaron a sus vecinos para
que les ayudaran, tal como era la costumbre.
Después de trabajar unas cuantas horas, los dueños del manzanal, en
señal de amistad y agradecimiento, ofrecieron a sus vecinos una copiosa
merienda.
Una de las vecinas se ofreció a ayudar a la señora de la casa a servir
la merienda y a atender a los comensales. Sirvió el vino en un platillo
de plata llamado “barquillo”, objeto valioso y antiguo que se utilizaba
en ocasiones especiales. Cuando hubo acabado, colocó el barquillo en el
borde del hueco de un viejo manzano y se olvidó de él. Al anochecer se
recogió la vajilla y los restos de la merienda, y cada cual regresó a su
casa.
Allí quedó el barquillo, olvidado.
Al lavar la vajilla, la señora de la casa se dio cuenta que faltaba el barquillo de plata, y se lo dijo al marido.
—Nos falta el barquillo. ¡No lo encuentro por ningún lado!
—¿Qué dices? —exclamó él—, ¡No puede ser! El barquillo era del abuelo de
mi abuelo, y tiene que aparecer. ¿Quién lo ha utilizado?
La mujer pensó durante un rato.
—Nuestra vecina se ha encargado de servir el vino en el barquillo —recordó.
Fueron pues a preguntarle a la vecina dónde había dejado el objeto, pero
la vecina no recordaba nada, y los de Marikurrenea volvieron a su
caserío. No estaban conformes con la respuesta, estaban seguros de que
la vecina era la ladrona, y para probarlo hicieron uso de la magia.
Cogieron una vela y la retorcieron.
—Que el ladrón del barquillo se consuma, igual que se consume esta vela —dijeron antes de echarla al fuego.
Al día siguiente fueron de nuevo a casa de la vecina, esperando
encontrarla enferma, pero la mujer estaba tan sana como la víspera. En
cambio, en el manzanal se secó de pronto un viejo manzano. Extrañado, el
marido taló el manzano y, ante su sorpresa, encontró el barquillo en el
interior del tronco.
La fuerza mágica, el adur, había actuado sobre el “ladrón” del objeto: el viejo árbol..
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Aztikeria, la hechicería, se utilizaba, y aún se utiliza en algunos
pueblos vascos, tanto para lanzar un mal de ojo (birao) como para curar
una hernia o un hueso roto, o para descubrir a un ladrón mediante el
adur, el vehículo mágico de transmisión.
Era creencia popular entre los vascos que la maldición podía
transmitirse por mediación de un objeto: una vela de cera representaba
el cuerpo humano, y su luz era el espíritu. También podía utilizarse una
moneda que tuviera una imagen; así, por ejemplo, para averiguar quién
era el autor de un robo se retorcía una moneda y se tiraba al fuego,
esperando que el culpable se encorvase al igual que la moneda.
Descubierta durante la campaña napoleónica de Egipto, la piedra de
Rosetta fue arrebatada a los franceses por los ingleses, como botín de
guerra. Siguió una frenética carrera para descifrar sus jeroglíficos.
El 19 de julio de 1799, durante el desenterramiento de una antigua
fortaleza egipcia —denominada Fort Saint Julien— por parte de un
destacamento militar francés, los soldados descubrieron un bloque de
piedra granítica, de 114 centímetros de altura, 72 de ancho y 28 de
grosor, con una cara pulimentada en la que aparecían tres tipos de
escrituras, que dividían el texto en tres partes. La parte superior,
compuesta por 14 líneas, estaba formado por jeroglíficos; en el centro
aparecían 32 líneas de escritura cursiva, el demótico, última fase de la
escritura egipcia; mientras que la parte inferior la formaban 54 líneas
en griego, una lengua hablada y escrita en Egipto desde época
helenística. La Piedra de Rosetta reposa en el Museo
Británico de Londresdesde 1802 y está quebrada en un solo lugar. Hacia el fin de la Primera
Guerra Mundial, en 1917, previendo un fuerte bombardeo a Londres, el
museo la trasladó a un lugar seguro junto con otros objetos portátiles
'importantes'. La Piedra Rosetta pasó los siguientes dos años en una
estación del Ferrocarril Postal a 50 pies (15,24 metros) bajo tierra en
Holborn.
Sobre ella aparece grabado el denominado Decreto
de Menfis, promulgado en la misma ciudad el decimoctavo día del segundo
mes de la estación de Peret —o sea, 27 de marzo de 196 a.C.— por los
sacerdotes egipcios allí reunidos para conmemorar el primer año del
ascenso al trono del faraón Ptolomeo V Epífanes, una compleja fórmula de agradecimiento al soberano que dice:
"Bajo el reinado del joven que recibió la soberanía de su padre, Señor de las Insignias reales, cubierto de
gloria, el instaurador del orden en Egipcio, piadoso hacia los dioses,
superior a sus enemigos, que ha restablecido la vida de los hombres,
Señor de la Fiesta de los Treinta Años, igual a Hefaistos el Grande, un
rey como el Sol, Gran rey sobre el Alto y el Bajo país, descendiente de
los dioses Filopáteres, a quien Hefaistos ha dado aprobación, a quien el
Sol le ha dado la victoria, la imagen viva de Zeus, hijo del Sol,
Ptolomeo. Viviendo por siempre, amado de Ptah.
En
el año noveno, cuando Aetos, hijo de Aetos, era sacerdote de Alejandro y
de los dioses Soteres, de los dioses Adelfas, y de los dioses
Euergetes, y de los dioses Filopáteres, y del dios Epífanes Eucharistos,
siendo Pyrrha, hija de Filinos, athlófora de Berenice Euergetes; siendo
Aria, hija de Diógenes, canéfora de Arsínoe Filadelfo; siendo Irene,
hija de Ptolomeo, sacerdotisa de Arsínoe Filopátor, en el (día) cuarto
del mes Xandikos —o el 18 de Mekhir de los egipcios—"
En años anteriores, la dinastía ptolemaica había perdido el control
de ciertas zonas del país. Después de un largo tiempo, su ejército logró
derrocar a la oposición en el Delta, pero la región sur del Alto
Egipto, Tebas en especial, no había sido aun recuperada por el gobierno.
Antes de la era ptolemaica (hasta cerca del año 332 a.C.), el rey
solía emitir decretos en jeroglíficos como el de esta pieza. Este dato
da cuenta de cómo cambiaron las cosas desde los tiempos faraónicos, ya
que los sacerdotes, las únicas personas que conocían la escritura
jeroglífica, pasaron a emitir dichos decretos. La cantidad de actos
reales condescendientes con los templos nos ilustra la forma en la cual
se garantizaba el apoyo de los sacerdotes.
Sin embargo, la
tremenda importancia de la Piedra de Rosetta estribaba en otro aspecto:
constituyó la clave para interpretar los jeroglíficos egipcios, que
hasta el momento de su descubrimiento habían resultado completamente
indescifrables. ¿Cómo cayó en manos inglesas? Las dos potencias
dominantes en la Europa de entonces, Francia e Inglaterra, se
enfrentaron por el control del Mediterráneo —con Egipto como territorio
clave—, pero la contienda la ganaron los británicos. El tratado de
capitulación contenía una cláusula en la que se establecía que todas las
colecciones, documentos, ejemplares naturales o artificiales así como
las antigüedades, incluyendo la Piedra de Rosetta, que el Institut había
recopilado, pasaban a ser propiedad británica.
Esta piedra está dividida en tres
franjas horizontales, en cada franja, está grabado el mismo texto de
diferentes formas. Así, en la parte superior el texto estaba escrito en
jeroglífico, en la intermedia en egipcio demótico y en la inferior en
griego.
Escritura jeroglífica egipcia
Escritura demótica egipcia
Escritura griega
La parte final en griego del decreto habla de que el mismo debe
inscribirse en jeroglíficos, demótico y griego, y que debe estar
presente en numerosos templos:
"Este decreto deberá
inscribirse en una estela de piedra dura, con escritura sagrada*, con la
escritura de los documentos* y la escritura de los griegos, y deberá
erigirse en cada uno de los templos de los rangos primero, segundo y
tercero, cerca de la imagen divina del rey, que para siempre viva."
La escritura sagrada es la jeroglífica, y la de los documentos es la
demótica, un tipo de escritura que evolucionó a raíz de la hierática en
el siglo VII a.C.
Para terminar, hay que recordar que este estilo de decreto, escrito en
estelas y en tres tipos de escritura, no es exclusivo de la Piedra de
Rosetta. Otro famoso caso es el del Decreto de Canopo, de Ptolomeo III
Evérgetes I (246-221 a.C.), del que ya hablaré el día que toque el tema
del calendario civil egipcio, con el que está estrechamente relacionado.
Esta
característica, fue la que hizo posible al científico inglés Thomas
Young (1773-1829) ir relacionando símbolos y signos de los textos
grabados en la piedra y crear una correspondencia entre ellos, labor que
culminaría el famoso egiptólogo francés Jean-François Champollion
(1790-1832), posibilitando al mundo conocer la historia del antiguo
Egipto.
La Piedra Rosetta es un legado de relevancia
universal para el mundo de la arqueología y de la ciencia de hoy en día. En el
año 2003 los egipcios exigieron la devolución de ésta, a través del doctor Zahi
Hawass quien es secretario del Consejo Supremo de Antigüedades del Cairo, quien
afirmó que esta piedra constituye un icono de la identidad egipcia. El término
Piedra Rosetta, se aplica hoy en día para hacer referencia a cualquier cosa que
sea fundamental para una traducción, o bien a un problema de gran complejidad.
En
1891 dos investigadores, Marcellin Berthelot y G. André, identificaron
el geosmin –una sustancia química producida por la bacteria Streptomyces coelicolor– como la responsable del olor terráqueo, ese que produce la lluvia al
caer sobre la hierba y la remolacha al crecer. Pero a lo que no dieron
nombre es a los efluvios fétidos, hediondos, pestilentes, apestosos,
nauseabundos, insalubres, mefíticos e irrespirables que el planeta
libera o produce en lugares a veces de gran belleza. Tanta que, al
amparo de los 10.000 aromas que el ser humano es capaz de percibir, los olores se han convertido en reclamo turístico.
Los japoneses ya han desarrollado un mapa de aromas que identifica más de 160 olores, y su ubicación gracias a Google Maps. Nioi-bu,
disponible de momento solo en japonés, se nutre de las aportaciones de
sus seguidores y en ella se localizan las emanaciones de las algas
putrefactas de las playas de St Michael, en Bretaña, Francia, y las de
los quesos de Wisconsin, EEUU. Tampoco los amantes de nuevas formas de
viaje le hacen ascos a los cráteres pestilentes o al turismo fecal. Y hay quien se lo pasa bomba si el paisaje de ensueño está aderezado con un cierto tufo excrementicio. Emociones contradictorias Ante dos estímulos tan antagónicos,
el positivo de la belleza y el negativo del olor, el cerebro no se
vuelve loco. ¿Cuál de las dos emociones pervive más? Para Enric Munar,
investigador del Instituto de Física Interdisciplinar y Sistemas Complejos del
CSIC, la respuesta es clara: el recuerdo olfativo pervive más que el
visual. Fue el primero de los sentidos, el que más representación tiene
en la primigenia amígdala cerebral;es decir, en ese conjunto de neuronas encargadas de procesar las emociones. Hace millones de años ya había seres vivos con capacidad para oler que, sin embargo, todavía no habían desarrollado el sentido del tacto, del gusto y mucho menos de la vista.
Ha sido la capacidad visual el último sentido en aparecer y, por tanto,
el más avanzado, lógico, racional y con menos implicaciones en el
emocional sistema límbico. La vista actúa sobre el córtex cerebral, “la
parte más nueva, aquella en la que superamos a los animales, el área
exterior del cerebro y la más elevada cognitivamente”, define Enric
Munar. En el córtex hay unas 35 representaciones visuales de lo que
están observando. La corteza cerebral está muy ocupada por la visión y
muy poco por el olfato. De ahí que la contemplación de bellos
paisajes creyendo que su pestilencia es solo un mal menor sea una
quimera. Lo que el cerebro recordará con el paso de los años será el
insoportable olor que se coló en la maleta.
Algunos ejemplos son:
Belleza en la mina
Los trabajadores de la mina de azufre que hay en el volcán Kawah Ijen, al este de Java, soportan olores fétidos por un salario de 13 dólares diarios.
Acusado contraste
La belleza es uno de los reclamos de Rotorua, Nueva Zelanda. Pero de sus géiseres y lagos, como este de Champagne, emana un hedor insoportable.
Un rico olor a cadáver
Se cree que es la flor más grande del mundo. Originaria de Sumatra, la Amorphophallus titanum emite un olor
a carne podrida que impide estar cerca de ella mucho tiempo. Gracias a
su fétido aroma, atrae a los insectos necesarios para su polinización,
como la mosca del cadáver.
Rico, rico
El durian es un fruto agradable de sabor, pero tan pestilente que pasear por los mercados de Malasia es insoportable.
Curtidor
Las tenerías de Fez, Marruecos, usan métodos medievales para tratar y teñir la piel. El olor es tan denso que entregan un ramo de hierbabuena para soportarlo.
Verde putrefacto
Las algas invaden la playa de Saint Michel, en la Bretaña francesa. El metano que emanan ha puesto en riesgo la vida de animales.
Hedor animal
Imagina 60.000 preciosas focas
todas juntas… más sus excrementos. Esto es lo que podrás ver y oler en
Seal Island, Sudáfrica. Los turistas más bravos suelen desafiar al hedor
para ver esta concentración de focas y, con un poco de suerte, cómo un
tiburón blanco se zampa alguna de ellas en el mar.