Una canción preciosa... Para escucharla en la soledad de la noche, para escucharla en la compañía deseada, para escucharla sobre la arena dorada... Para escucharla mientras hablan las estrellas, mientras el Sol enamorado duerme en su espera eterna de viajar al lado de la Luna...
Se sabe que las vacaciones
tienen un impacto beneficioso en la salud y por eso solemos regresar a
la oficina renovados, saludables y con mucha energía.
La mejora en la salud, energía y vitalidad se desvanece a las dos semanas.
De hecho, los estudios científicos muestran que
el descanso de la rutina diaria es esencial para la buena salud física y
emocional.
Pero ¿cuánto dura este beneficio?
Según una nueva investigación, el bienestar con el que regresamos de una vacación comienza a desvanecerse a la primera semana.
Y dos semanas después nos sentiremos tan cansados como antes de haber apagado la computadora y empacado las maletas.
Corta duración
La doctora Jessica de Bloom, investigadora de
psicología de la salud de la Universidad de Radboud en Holanda, llevó un
registro de salud de 96 empleados holandeses antes, durante sus
vacaciones y a lo largo de varias semanas después de que regresaron a
trabajar.
El estudio siguió por siete semanas un control
de cinco indicadores en los trabajadores: estado de salud, estado de
ánimo, tensión, nivel de energía y satisfacción.
Los empleados, dice la investigadora, regresaron
renovados. Pero la mayoría de los beneficios que obtuvieron durante su
descanso comenzaron a desaparecer durante la primera semana en la
oficina.
"La salud y bienestar de los participantes mejoró durante las vacaciones" dice la investigadora.
"Ciertamente
los estudios revelan que el descanso del "yugo diario" es importante y
nos beneficia física y mentalmente. Y como los beneficios, cuando
regresamos a nuestra vida normal, parecen tener corta duración esto
sugiere que deberíamos tener más descansos aunque sean más cortos, en
lugar de un solo descanso más largo"
Dr. Christian Jarrett
"Sin embargo, durante la primera semana de haber
reanudado el trabajo, la salud y el bienestar habían regresado a
niveles prevacacionales".
Y el efecto de más larga duración, el mayor nivel de energía, había desaparecido por completo después de dos semanas.
Los individuos que participaron en este estudio habían tenido un descanso de en promedio nueve días de duración.
Como hay muy pocos estudios en este campo, no se
sabe si la duración de las vacaciones puede tener un impacto diferente
en la duración del bienestar obtenido.
Tampoco se sabe si el lugar -un hotel, una casa o
una tienda de campaña- o la forma como viajamos -en auto, tren o avión-
pueden tener un efecto distinto en la salud.
Lo que sí han demostrado los estudios es que
cualquier descanso de la rutina de la vida diaria, por pequeño que sea,
puede ofrecer beneficios importantes para la salud, principalmente el
estado emocional del individuo.
Los investigadores creen que quizás un factor
que sí está directamente relacionado a la duración del bienestar ganado
en las vacaciones, es la cantidad de trabajo que nos espera al volver a
la oficina.
Y quizás, dicen, si se puede evitar esta acumulación de trabajo, se podrá alargar el bienestar del descanso.
"La rápida desaparición de los beneficios de las
vacaciones quizás es algo desmoralizador", dice a BBC Mundo el doctor
Christian Jarrett, miembro de la British Psychological Society (Sociedad Psicológica Británica) y autor de, entre otros libros, The Rough Guide to Psychology y 30-Second Psychology.
"Pero afortunadamente han surgido estudios que
ofrecen claves sobre cómo prolongar estos beneficios y evitar su rápida
desaparición".
"Por ejemplo, podemos dedicar un tiempo
específico a relajarnos una vez que regresamos de vacaciones y
obviamente lo mejor es tratar de evitar una enorme pila de trabajo
acumulado", agrega.
Más cortas pero más
Quizás hay que tomar más descansos aunque sean más cortos.
Pero entonces, si los beneficios duran tan poco, ¿vale la pena irse de vacaciones?
"Hay numerosa evidencia científica sobre los beneficios de que las vacaciones", señala Christian Jarrett.
"La gente a menudo se siente más sana cuando
regresa de vacaciones. Y se ha demostrado que las vacaciones incrementan
la creatividad", dice el psicólogo a BBC Mundo.
"A largo plazo, hay estudios que muestran que la gente que toma más vacaciones tiende a vivir más", agrega.
La respuesta, señala el experto, es que la gente
conozca lo que es mejor para sí misma. Y quizás tomar vacaciones más
cortas pero más numerosas.
"Si para una persona viajar es estresante, lo
mejor es que considere quedarse en casa o cerca de su casa", afirma el
doctor Jarrett.
"Pero ciertamente los estudios revelan que el descanso del "yugo diario" es importante y nos beneficia física y mentalmente".
"Y como los beneficios, cuando regresamos a
nuestra vida normal, parecen tener corta duración esto sugiere que
deberíamos tener más descansos aunque sean más cortos, en lugar de un
solo descanso más largo", expresa Christian Jarrett.
El
profesor Pierre Delbarre, del Cochin Park Royal Hospiral
de París, es uno de los pocos médicos del mundo que han
investigado las implicaciones de las vacaciones para la salud.
También resalta los beneficios de las vacaciones breves, regulares. ‘Imperativos
biológicos’ demandan que tomemos dos o tres períodos de
vacaciones de entre ocho y diez días por año, dice.
Personalmente estos días de descanso me han sentado muy bien, mi mente ha descansado, ha desconectado de la rutina diaria y se ha "vaciado" de tantas y tantas cosas que parece que ya está con ganas de volver a la actividad, de volver a llenarse.
Para mantener en lo posible los efectos beneficiosos que sin duad tienen las vacaciones, guardo algunas fotos para mirarlas cuando siente que mi cabeza comience a "saturarse", cuando siente que necesite "respirar" de nuevo "aire fresco", aire con olor a descanso...
Os dejo un par de fotos por si a alguien le vienen bien...
Por cierto, a partir de ahora, tendré el blog actualizado.
Os espero...
Folclore: música tradicional canaria
Isas, folías y malagueñas son los géneros más populares
La música tradicional canaria es el resultado de las numerosas
influencias culturales, europeas y americanas, que han enriquecido a las
islas a lo largo de su historia, sin olvidar la pervivencia de algunos
ritmos aborígenes. Las isas, folías y malagueñas son, con seguridad, los
ritmos más conocidos del rico folklore canario. En Tenerife abundan los
grupos folklóricos que interpretan música tradicional en fiestas y
romerías, pero es muy común que los tinerfeños se reúnan "de parranda"
para cantar de manera improvisada en torno a una buena mesa.
La
música tradicional se clasifica en tres géneros distintos. El primero de
ellos agrupa los ritmos más antiguos: romances, endechas, cantos de
trabajo, tajarastes y muchos otros. Los del género dieciochesco incluyen
las folías, las malagueñas, las saltonas y tanganillos y las isas. El
género moderno agrupa, por su parte, las polcas, las mazurcas y hasta
los puntos cubanos.